10 Mayo de 2023 11:51
En el marco de la presentación de su libro, “Blanca, la niña que quería volar”, Benjamín Vicuña participó de un programa en la televisión chilena donde recordó con angustia el rol que tuvo que emplear tras la muerte de su hija y como acompañó durante aquel doloroso proceso a Carolina Pampita Ardohain, como al resto de los hijos que tuvo con la modelo: Bautista, Benicio y Beltrán.
Todo comenzó cuando el conductor de “Buenas noches a todos” comenzó diciéndole a Vicuña: “En ese momento tú quedas muy golpeado, tu pareja queda golpeada y es muy difícil. ¿Cómo apoyas si estás igual de devastado que tu pareja?”.
El actor, frente a la pregunta, se sinceró: “Hubo diferentes roles que tienen que ver con la intuición y con ciertas características. Quizás hay ciertas cosas que tienen que ver con patrones culturales o no. En un cierto machismo o no. Fue lo que nos nació y yo entendí el mismo día que no podía flaquear”.
Vicuña consideró que pasó “a ser un sostén contenedor de todos”: “De mis hijitos, de mi mujer y hasta incluso de mi familia. Yo tenía que mirar el horror en los otros constantemente, pero había una determinación de que no podía caer, por eso yo creo que mi proceso fue involutivo”, admitió.
Al ser consultado sobre cómo transitó la pérdida de Blanca, el actor manifestó: “El año pasado después de diez años yo estaba sufriendo diez mil veces más que hace... La ola me llegó tarde, pero al menos lo estoy haciendo”. “Yo en un principio, con mucho dolor, tuve que ser 'el hombre', el proveedor, salir a trabajar, abrir las cortinas. 'El día está lindo'. 'Vamos, hagamos deporte', 'No aflojemos'”, detalló, sobre el lugar que tuvo que ocupar en su familia.
Fragmentos del libro
En los últimos días se conocieron algunos fragmentos del libro que escribió Benjamín. En el mismo, también aparecen textos que Pampita: “No hay día en el que no me sienta desesperada. Las lágrimas no se acaban y los gemidos de dolor tampoco. Es como si el tiempo se hubiera detenido y mi cuerpo se moviera pero mi alma estuviera estancada en el fondo de un pozo ciego".
“Blanca, la niña que quería volar” cuenta con 10 escritos, con poemas de varios artistas, y con un prólogo hecho por el psicólogo Gabriel Rolón. "Me tocó vestir a mi hija para su funeral (...). Mi primera reacción fue negarme. (...) Finalmente lo hice, y siempre se lo voy a agradecer (N. de la R.: a una amiga de Pampita que se lo pidió) porque en ese momento me di cuenta de que Blanca ya no estaba ahí. Ver el cuerpo, cumplir con determinados ritos, es algo necesario para poder despedirte, o empezar a despedirte", afirmó el actor en el poema "un cuerpo que no es" donde se refiere a la difícil situación que atravesó el día de su funeral.
Blanquita murió el 8 de septiembre de 2012. Tenía apenas 6 años, y se encontraba internada en la Unidad de Tratamientos Intensivos (UTI) de la Clínica Las Condes, en Santiago de Chile. Durante la madrugada del sábado, afectada por dos bacterias que le provocaron una septicemia generalizada, y luego de sufrir un derrame cerebral, debió ser intervenida quirúrgicamente. Pero los esfuerzos de los médicos no fueron suficientes.