03 Agosto de 2020 17:02
La noticia de la muerte de "La Floppy", mejor amiga y asistente personal de Lizy Tagliani, conmocionó a la farándula local. Muy querida por muchos famosos, su muerte generó sorpresa y desconsuelo.
De 31 años, falleció el 27 de julio luego de ocultar que batallaba contra la leucemia. Tras su partida, las lágrimas y despedidas se multiplicaron por distintas plataformas y redes, y la propia Lizy la volvió a despedir anoche.
Durante el ciclo que conduce Marley por Telefe, la conductora detalló cómo se enteró de la enfermedad de su amiga y de cómo transitaron sus últimos días hasta que finalmente, sumergida en el llanto, se despidió por última vez.
"Empezó con mucho dolor de panza y yo le dije 'bueno, gorda, llamá a emergencias'. Llamó y le dijeron que tenía gases, nosotras nos reíamos", comenzó Lizy.
Cabe destacar que la participación de Lizy en la última emisión de Por el mundo en casa (Telefe) se debía a que iba a realizar distintos personajes con humor. Sin embargo, la triste partida de su amiga ameritó un espacio para Lizy contara al aire cómo transitó el paso a paso de la enfermedad de su mano derecha. "Le decía: 'gorda, sos un pedo viviente' y ella me decía: 'Callate, viejo loco'", agregó, con su característico humor.
Y sumó: "Como le seguía doliendo bastante la panza volvió a llamar. Con todo esto que está pasando la llevaron a una clínica donde solo había pacientes con COVID, por las dudas. Le hicieron el hisopado y dio negativo, así que fue a otra clínica. Yo no sé mucho porque soy medio bruta, pero le hicieron un análisis que indicó que la sangre estaba como 'enloquecida'".
Fue entonces que los médicos comenzaron a hacerle más análisis hasta que recibieron la peor noticia. "Vino su hermana, Claudia, y mandamos el análisis a Fundaleu. Después me llamó Clau y me dijo que era una leucemia aguda y que iba a ser algo muy fuerte, como que no había esperanzas. Su hermana decía: '¡se va a morir, se va a morir!', y yo le decía: 'tranquila, nosotros vamos a hacer todo lo posible'”, contó.
Muy angustiada, Lizy se tomó unos minutos para juntar fuerzas y seguir con su relato mientras que sus lágrimas recorrían su rostro. “Ahí empezó la odisea, en estos momentos tan particulares, no sabíamos cómo hacer con su madre. No me gusta ser la viuda de La Floppy, de alguna manera. Pero lo que más me duele es haberle mentido a su mamá todo este tiempo por pedido de La Floppy, también", explicó.
Y continuó: "Cuando la tuvimos que sacar de la clínica, tampoco la pudo ver. Nunca. Le volví a mentir: le dije 'yo ya hablé con alguien y dentro de un tiempo vas a poder verla para despedirte'. Son mentiras que parecen tontas pero duelen. Estoy muy contenta de seguir con el vínculo con su mamá. El primer día el médico nos dijo que era muy grave. Ese día... Yo sospechaba el desenlace".
Según contó Lizy, se imaginó lo que iba a ocurrir con Floppy debido a la "real" explicación del médico que la atendió: "Ella era una persona súper creyente y tenía como una negación, sentía que estaba en un spa. Todo el tiempo recibía chocolates y nos turnábamos para quedarnos con ella. La veíamos tan bien que uno empieza a decir: 'Los médicos mienten, se atajan por las dudas y dicen que es grave pero no es así".
De esta manera -explicó- debido a que la salud de la Floppy no se deterioraba llegaron a pensar que, por miedo, el médico llegó a exagerar con su pronóstico. "Lo dicen porque tienen miedo de que después pase algo. Te juro por mi mamá que pensaba que era todo una mentira del médico, porque estaba tan bien", confesó sorprendida de la partida repentina de su asistente.
Al final del programa, Marley sacó un globo y se lo entregó a Lizy, quien antes de soltarlo a modo de despedida le dedicó un sentido poema de Laura Casamayor que conmovió a propios y extraños: "Floppy, has dejado mucho amor acá y algo que a vos te gustaba mucho es 'el último minuto de mi vida en 60 segundos vividos. Lo pienso aprovechar en esas cosas que nunca he realizado o que no he dicho".
Y cerró: Diez segundos serán para recordarte y diez para olvidarme de tu olvido. Y los diez que harán medio minuto para reconocer que te he querido. Diez segundos serán para mis viejos, los grandes seres que he tenido. Diez para toda la gente que gracias al escenario he conocido. Y los últimos diez, los ya jugados, los que se lleven mi último suspiro, serán para pedirte, Dios amado, perdón por los errores cometidos'. Te quiero, Floppy".