El relato es durísimo. Hiela la sangre. Da bronca. Tristeza. Indigna. Hace pocas horas, Rafaela Vicuña, la sobrina del actor Benjamín Vicuña, reveló en su cuenta de Instagram que fue abusada a los 13 años por un hombre llamado Elías Isaac Sotomayor Urrutia.
En su posteo, comenzó diciendo: “Quiero compartir con ustedes y quitarme el puto peso que he cargado desde que tengo 13 años. Una injusticia la cual me ha costado muchos problemas mentales, traumas, inseguridades y ser diagnosticada con bipolaridad y depresión”.
Y continuó: “Esta fauna la hago para prevenir que otras chicas o niñas no tengan que pasar por lo que pasé. Que se haga justicia y no se le de más espacio, tanto laboral como social, a este enfermo pedófilo”.
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A partir de ese momento, comienza un texto donde cuenta los terribles episodios que le tocó vivir cuando era una nena de 13 años: “En enero del año 2016 fui al campamento de música Marqués de Mancera, donde van personas de todas las edades y de todo Chile”.Y agregó: “Fue ahí donde yo teniendo 13 años conocí a E., de 24 años. Los primeros días me pareció una persona simpática, era muy cercano para hablar y un poco confianzudo, me buscaba en las pausas (era bastante pegote) y me pedía que lo acompañara a hablar a solas (...) Pero a medida que los días iban pasando, comenzó a hablar de distinta forma y sus intenciones eran más notorias. Pero cómo lo iba a saber yo, era solo una niña”.
Y prosiguió: “Hablábamos de la música y de que íbamos haciendo en el campamento, pero a medida que los días iban pasando, él me comenzó a hablar de distinta forma y sus intenciones eran más notorias. Pero cómo lo iba a saber yo, era sólo una niña, no tenía idea de dónde quería llegar él con todo esto”.
“Habían buses en los cuales nos llevaban por separado a los hombres y a las mujeres a los distintos internados. Después de un par de días, él se comenzó a 'colar' en el bus de las mujeres para intentar estar más cerca de mi y dejarme afuera del internado”.
“Siendo una niña nunca le tomé el peso a esto y lo deje pasar, debí haber hablado con uno de los encargados del campamento. Pero no lo hice. Los días fueron pasando y mi trato hacía el no siguió siendo el mismo, quise mantener un poco la distancia, a pesar de que él me seguía acosando y buscando. Entonces traté de no seguir compartiendo con él a solas sino hacerlo cuando hubiera más gente presente”, puntualizó.
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“Compartimos en varios conciertos, pero lo que pasó después del concierto de clausura del campamento fue lo que marcó toda mi niñez, adolescencia y vida. Elias Sotomayor me invitó a una fiesta para despedir el campamento que habría en el Hogar para estudiantes Leiva Mella (una casona amarilla al lado del conservatorio de la UACh) a la cual accedí y nos fuimos varios para allá después del concierto”, relató Rafaela.
“Era de noche, llegamos y el ambiente era bastante tibio, había drogas, alcohol. El ambiente se veía todo medio nublado por el humo de los fumadores. En un momento, poco rato después de llegar a esa casa, Elías me agarró del brazo y me llevó a la pieza que era de su amigo, cerró la puerta con llave y apagó las luces. Sin mi consentimiento comenzó a besarme, tocarme, me agarró de las muñecas, me bajó los pantalones y comenzó a violarme anal y vaginalmente. Me dolió mucho, yo era virgen, sangré y lloré hasta quedarme dormida. No pude hacer nada”, contó, sin tapujos, en su escrito.
“Al otro día me levanté con una sensación de asco, pase al internado a buscar mis cosas y me fui para la terminal de buses para devolverme a Santiago. Elías me siguió acosando y molestando por redes sociales hasta que mi mama un día leyó las conversaciones y pidió una orden de alejamiento. Nunca más supe nada de Elías y lo que hizo me lo guarde para mí. Nadie supo que me violó hasta este año”, agregó.
Y completó: “Comencé a investigar sobre él y me di cuenta que no soy la única que pasó por esto. Él ha violado, acosado y abusado de muchas otras menores. Supe que fue profesor de violín y lo expulsaron por problemas de la misma índole. Me cag... la vida y me voy a encargar de que pagues por lo que me hiciste a mí y a todas las demás. Eras un enfermo mental y tu lugar está en la cárcel”.
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Tras ese duro posteo, Eugenia Suárez, la esposa de Vicuña, compartió el texto en una de sus historias de Instagram, y agregó: “Aún no me recupero después de leer esto. ¿Cómo pueden seguir sucediendo estas cosas? Atención Chile, este tipo está suelto. Rafa, te abrazo y te acompaño”.
Mientras tanto, Benjamín Vicuña habló sobre el tema. “Es tremendo lo que pasó, es algo muy doloroso. Rafaela hizo su denuncia y descargo vía Instagram. El tema ya está en la justicia chilena”, manifestó la pareja de la China Suárez, en una entrevista.
“Estoy muy orgulloso de mi sobrina, de su valentía y coraje. Ella va a transformar el dolor en arte, en su música, que es lo que más ama, y lo que nadie le puede robar”, aseguró el actor chileno.
Y completó, sobre la salud mental de su sobrina: “Es el principio de un proceso de liberación y de reparación. No elegimos los obstáculos en la vida, sí cómo superarlos. Rafaela se fue a París a estudiar chelo, es su pasión desde que es un niña. Mi hermano la apoya en todo”.