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Es como los vinos: la increíble y costosa transformación de Wanda Nara

La rubia tuvo cinco hijos y luce hoy una impecable figura. El antes y después de la mujer de Mauro Icardi.

14 Mayo de 2017 10:19
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Wanda Solange Nara nació el nueve de diciembre de 1986 en Boulogne. Completó sus estudios secundarios cuando tenía 17 años y descartó un ingreso universitario: su sueño era subirse a las tablas y convertirse en vedette. La increíble transformación de vedette a millonaria empresaria.

Wanda luce hoy ropa de diseñador y costosos bolsos.

La vida de Nara cambió de modo radical el 23 de mayo de 2008 cuando después de sólo cuatro meses de noviazgo se casó con Maxi López. Ella tenía 21 años y tres temporadas teatrales a cuestas. Aunque la última la abandonó en febrero, 30 días después de comenzar su relación con el delantero.

Pasaron diez años desde esta foto.

En su breve paso por el mundo laboral, la rubia debutó el verano de 2006 en la comedia Humor en custodia, protagonizada por Beatriz Salomón y Pato Galván. Allí cumplió con su contrato (el único que lograría culminar con éxito) de 90 días.

 

Con El Capitan ??

Una publicación compartida de Wanda nara (@wanda_icardi) el 13 de Dic de 2016 a la(s) 3:30 PST

El año siguiente, luego de asegurarle al mundo que había mantenido un encuentro íntimo con Diego Maradona, la mayor de las hermanitas Nara ascendió unos escalones y fue vedette de Jorge Corona en King Corona. Pero duró sólo 60 días sobre las tablas. Indignada por los presuntos maltratos del cómico, la rubia renunció.

Solía hacer presencias subidas de tono en boliches.

Su última temporada llegó de la mano de Jorge Guinzburg con la revista Planeta Show. Pero, pese a la gran oportunidad que le dio el productor, Wanda rescindió su contrato luego de 29 días. ¿El motivo? Maxi ya le había ofrecido matrimonio. En total, la hija de Nora y Andrés trabajó sólo 179 días, es decir el 1.68 por ciento de su vida.

 

Hoy se trabaja desde temprano , Destino Roma ??

Una publicación compartida de Wanda nara (@wanda_icardi) el 12 de Dic de 2016 a la(s) 4:33 PST

Su conversión a “botinera” le valió a la rubia dos cosas que muchas mujeres envidiarían: tiempo para poder dedicarle al cuidado de su cuerpo y dinero para someterse a los mejores tratamientos estéticos disponibles. Una fortuna invertida para mantener su figura, en especial después de haber dado a luz cinco veces.

Wanda siempre fue dueña de una figura admirable.

Además de dedicarle horas al gimnasio, la ahora mujer de Mauro Icardi también cambió de estilo. Dejó los jeans gastados y las zapatillas sucias con las que alguna vez llegó al piso de Intrusos por diseños de las casas más prestigiosas del mundo. Y el resultado, claro, se nota.