Hoy, 25 de noviembre, se cumplen 3 años de la abrupta partida de Ricardo Fort, quien sufrió una "muerte súbita” en el contexto de un cuadro general de "innegable infección generalizada".
Tres años sin Ricardo. Los mejores momentos del "chocolatero".
El "chocolatero", que hizo reir a todas las estrellas argentinas, se alejó de los asuntos empresariales y siguió su corazón: los últimos años de vida se dedicó a estar frente a las cámaras. Y, por suerte, dejó varias perlitas que quedarán en el recuerdo de todos los fanáticos.
A pesar de sus millones, Fort no tuvo una vida fácil: siempre fue el "rebelde" de la familia. Pero se puede decir que fue muy feliz. Fue heredero de la compañía La Delicia Felipe Fort S. A, pero jamás se dedicó a los asuntos empresariales: su gran sueño era ser famoso y llegar a la televisión Argentina. Y lo logró.
Ricardo junto a Gustavo Martínez, su ex pareja y amigo.
Debido a sus gustos artísticos, no tuvo una buena relación con su padre, Carlos Fort. Por eso ni bien terminó el colegio secundario se fue a vivir a Estados Unidos, donde estuvo 15 años. Primero vivió en Los Ángeles y en Miami, "su lugar en el mundo".
Su vida en el país del norte no sólo lo hizo crecer como persona sino que también le enseñó muchas conocimientos para aplicar en su empresa. "Le cambié la imagen a la empresa. Todos los packagings los modernicé, todo se hacía a mano y yo introduje la computadora. Me costó muchísimo, porque mi padre era un tipo muy conservador. Cada cambio era una pelea: en las reuniones de desarrollo estaba toda la gente de mi padre y yo, un pendejo de 30, presentando las cosas. Me tiraban a matar. Pero el Feeling y el Cerealfort los creé yo", aseguró Fort cuando le preguntaron por su rol en la empresa.
Ricardo junto a sus hijos Martita y Felipe.
Pero realmente el tema de ser heredero y manejar esa gran empresa argentina de alimentos no lo hacía feliz, por eso decidió dejar el tema "negocios" en manos de sus hermanos Jorge y Eduardo.
Al dejar la empresa que lo vio crecer, se lanzó de lleno a lo que lo hacía realmente feliz: la televisión. Su personaje siempre fue el mismo: le gustaba mostrar cómo vivía rodeado de lujos. Y a la gente le encantaba ver esa lujuria y avaricia.
Pero a medida que fueron pasando los años, su estado de salud se fue agravando: lo tuvieron que operar varias veces por úlceras y problemas en su columna y rodillas.
"Estoy bien, realmente bien. Recuperado y feliz. Feliz de comenzar una nueva vida. El tiempo que estuve acá me hizo cambiar muchas cosas y tomar la vida de otra forma", contó emocionado el 15 de febrero de 2013, luego de ser dado de alta.
Los mejores momentos de Ricardo
Ricardo comenzó a coquetear con la fama en 2008, cuando lanzó su reality show "Reality Fort" en YouTube para mostrar su opulento estilo de vida. A medida que pasaban los capítulos, la gente se iba enganchando más y más con sus locuras: es que con su fortuna superior a los 200 millones de dólares vivía rodeado de lujos y placeres los 365 días del año. Gastaba plata en autos, motos, viajes y ropa. Y a la gente le encantaba ver esto.
Asombrado por el estilo de vida que mostraba el empresario, Chiche Gelblung lo entrevistó varias veces para su programa 70.20.11. Al aparecer en la televisión y conquistar el corazón de más de un televidente, lo empezó a seguir Marcelo Tinelli, quien aprovechó la popularidad de Fort y lo llevó al programa "El musical de tus Sueños".
En 2009 saltó a la fama gracias a Tinelli, quien lo convocó para que participe de El musical de tus Sueños. Luego, en 2010 fue jurado del Bailando por un Sueño junto Graciela Alfano, Aníbal Pachano, Reina Reech, Carmen Barbieri y Moria Casán.
Durante su paso por el Bailando tuvo inolvidables momentos. Hizo musicales, se peleó con Flavio Mendoza y fue la gran estrella del año.
Luego estuvo mucho tiempo "enojado" con el conductor del Bailando. Pero su popularidad jamás cayó. El "chocolatero" siguió mostrando su vida por las redes sociales.
Es más, el empresario dejó tantos momentos inolvidables que hay frases que aún se utilizan en la televisión Argentina. El "Mamá cortaste la loz", "Miami" y "Basta chicos", entre los "latiguillos" más recordados.
"Yo me guio por lo que la gente me dice en la calle y me tiran muy buena energía, muy buena onda y mucho afecto. Yo creo que me quieren porque les doy felicidad, los hago sentir bien y divertir", aseguró Fort en una entrevista con el periodista Jaime Bayly.
Su muerte fue abrupta pero antes de partir hizo algo que le llenó realmente el corazón: fue el conductor de su propio programa de televisión llamado "Fort Night Show".
En el primer programa hizo el musical de El Rey León, donde indirectamente contó su propia historia de vida y los problemas que tenía con su padre.