"Escuchame, Fresco, yo salgo el viernes tipo siete, seis, siete. ¿Por que no venís conmigo, boludo? Por favor te pido". Así arranca el primer audio de una cadena de notas de voz que se viraliza desde hace unas semanas en Whastsapp. El protagonista le pide que lo acompañe a salir "de gira" en un diálogo que va subiendo de tono. El resto es difícil de transcribir.
No son sólo los videos o las fotos: ahora también las notas de voz empiezan a viajar de un celular al otro sin control. En este caso, son las que el personaje le manda por WhatsApp a un amigo. Pero se viralizaron y la movida ya es tan grande que tiene su propio rémix de música y hasta una aplicación para celulares en donde se agrupan todos los audios, que se actualiza a medida que se conocen más y tiene una opción para enviarlos.
Especie de "Tangalanga 2.0", el protagonista del fenómeno se llama Agustín Porras: su fama creció tanto que no puede recibir más solicitudes de amistad en Facebook porque alcanzó el máximo permitido. En uno de los audios le cuenta a un amigo que se contactaron con él de todas partes del país y dice que "lo de Tinelli no le va". El joven es hincha de Racing, tiene varios tatuajes, le encantan las fiestas electrónicas y asegura estar "enfermo por la joda mal". Dice que le gusta más que ir a la cancha o que juntarse con los amigos: "Me gusta el boliche, el humo, la música, el ruido, me vuelvo loco".
En todos los audios hay un insulto o alguna alusión a las drogas. "Mañana me voy a drogar más que los Stones de gira", dice como parte de una de sus tantas frases 'célebres'. Su adicción a la noche lo transformó en un fenómeno que se repite en cada conversación grupal de WhatsApp, en Facebook, YouTube y en Twitter (donde varias cuentas replican sus frases). Clarín intentó comunicarse con él, pero no respondió. Cuentan que ahora tiene un representante, que ya empezó a hacer presentaciones y que pide 5 mil pesos por una entrevista.
En otro capítulo de esta especie de saga, el joven de voz ronca contó que visitó un local de Mc Donald's con un compañero de trabajo y desató una inesperada reacción por parte de los empleados. Dice que el cajero lo reconoció por la voz y le regaló varios "combos". "La gente se paraba de las mesas y me pedía fotos. Es increíble. Aguante el Fresco, papá".