21 Marzo de 2023 12:42
La crisis del canal América y su señal de cable A24 tiene larga data. Aunque ahora comenzó a dejar heridos debido al "fuego amigo" de ciertas de sus figuras. Se trata de ni más ni menos que el conductor Baby Etchecopar, quien cuestionó al Pelado ex Crónica Esteban Trebucq, quien ahora conduce en la misma empresa que él, justo en el horario anterior.
"Pelado, dejate de romper los huevos. Los últimos cinco minutos parece que largás el timón. Venís bien y me lo estrellás", fue el reproche que le lanzó al aire Etchecopar, uno de los que más viene lamentando el desplome en términos de rating que sufre la señal para la que trabaja desde hace casi un año.
Este tipo de provocaciones no son extrañas de acuerdo a lo que acostumbra a hacer Baby, aunque esta vez fue más allá y, en medio de su acusación, hizo una confesión contundente respecto al oficio que ejerce.
"Si vas a ir a buscar a los que no tienen luz, quedate con ellos. La tele se hace acá, Pelado. Esto no es Crónica. Esto es canal América 24. Una institución. Un canal que mantiene el 0 permanente todo el día", concluyó de forma chistosa, pero sin poder esconder la bronca de su rostro.En su intento por chicanear al Pelado, que acaba de desembarcar en la señal, Baby expuso que su forma de hacer "periodismo" es detrás de un escritorio, lejos de la calle y sin escuchar al pueblo, justamente lo opuesto a Crónica TV, que trabajó mucho en los últimos años, haciendo de su perfil algo distinto al que venía construyendo en tiempos anteriores.
La crítica, que nace de la realidad indiscutible de un cada vez peor rendimiento en términos de audiencia, el cual prácticamente se puede vincular al crecimiento en el rating de Crónica, además de exponer una forma errónea -o eticamente cuestionable- de hacer periodismo, también esconde una defensa de las formas de Etchecopar.
Mientras que para Baby no es positivo apoyar el reclamo de quienes cortan la calles porque no tienen luz, sí está bien apoyar las marchas que fueron a la Plaza de Mayo con horcas para los funcionarios y con discursos de odio contra el oficialismo nacional y sus amigos. Esos que también llevaban bolsas mortuorias con el nombre de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
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¿Cuál es el periodismo que defiende Baby? Justamente el último lunes, sin ir más lejos, en su editorial aseguró que no le cabía duda que "el atentado a Cristina (Fernández de Kirchner) se armó desde adentro". ¿Pruebas? No, gracias. Las únicas que presentó fueron su opinión y sus sospechas fundamentadas en que "si hubieran matado a Cristina esa noche primero nos venían a buscar a los periodistas independientes".Lo que se sabe es que Baby no tiene la misma vara para medir los hechos. Mientras que está mal ir a la calle para estar con quienes no tienen luz, sí está bien convocar a marchas que piden la destitución del presidente Alberto Fernández, como las que hacían los anticuarentena en los tiempos donde la pandemia de Covid-19 aisló a la población.
Sus ganas de hacer periodismo sin salir a la calle probablemente vengan de su origen insultador. Así saltó a la fama Etchecopar, insultando a quienes lo llamaban por teléfono durante las madrugadas que estaba al aire. Esa fue su forma disruptiva de hacerse conocido en un mundo de la televisión que pedía sangre, show y conflicto mediático.
El verdadero enojo de Etchecopar con el Pelado no es porque salga a la calle. Es el rating. Sólo en el primer bimestre de este año, Crónica TV promedió 1,15 puntos de rating sobre un 0,87 que registró A24. La señal de Daniel Vila tiene graves problemas porque hace un año atrás las cosas eran exactamente al revés. Y eso representa perjuicios económicos que la empresa que dirige no puede afrontar sin cortar cabezas y tirar manotazos de ahogado.
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Quien recogió el guante desde el lado de Crónica TV fue su director de Noticias, Facundo Pedrini. El hombre de las placas rojas no dudó en responder el "esto no es Crónica" de Etchecopar. "Sí. Es cierto. Crónica es familia, calle y pueblo. Ustedes nos intentan copiar y la gente se da cuenta. Por eso nadie los ve", escribió en su cuenta de Twitter.La respuesta del periodista apuntó contra la malaria en términos de audiencia de la señal con la que compite. Tiene claro que es el punto débil que más puede explotar en este momento.
Es cierto que los últimos 30 años, con los saltos tecnológicos y sociales correspondientes, dejaron en claro que el periodismo se debe un debate serio en el cual volver a discutir sus límites, sus prácticas y muchas más cosas. Aunque eso no signifique que haya que abandonar todo lo bueno que, hasta el momento, desarrolló la profesión.Contar las cosas desde el lugar de los hechos es una máxima fundamental que, salvo para una persona que se hizo conocida por sus opiniones bombarderas y por insultar espectadores de forma telefónica, debería ser respetado por cualquiera que se llame a sí mismo periodista.
