06 Diciembre de 2023 12:18
La llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación amenaza con ser una mala noticia para los derechos adquiridos por los trabajadores. En este marco fue que Marcelo Tinelli protestó contra el convenio que tienen en la Asociación Argentina de Actores (AAA), durante la emisión del Bailando 2023 del último martes.
El enojo del conductor estuvo vinculado al rol de los bailarines y los salarios que perciben de acuerdo a su ubicación en el escenario. Al mismo tiempo, el show que ofrece por América TV atraviesa una profunda crisis, luego de que su promedio de rating se reduzca a la mitad, al pasar de un promedio de 6 a 4 puntos.
La discusión se dio bajo la explicación de Guillermo Hoppe, hermano de Federico, quien le detalló al conductor los pormenores de un convenio que está establecido y homologado por la Justicia laboral, y que está lejos de ser un capricho de una conducción o sector gremial. "El baile es una actividad, que pasa por un sindicato", precisó el productor. "Sí, es como que me digas el camarógrafo es una actividad", bromeó "El Cabezón".
Luego preguntó: "¿Hay alguno del sindicato con el que se pueda hablar? ¿Qué sindicato es?", en una clara fingida de demencia respecto a un gremio que conoce desde hace muchos años. "Otros años han venido, están en contacto con los bailarines", esgrimió Hoppe en su defensa. "Hoy ni vienen siquiera", criticó Tinelli. "Sí, obviamente tenemos contacto con ellos", afirmó el productor.
Lo peor todavía no había llegado. Es que, tras ese intercambio, el histórico capo de la televisión realizó una comparación para nada feliz. "Tienen acá a 200 actores. Le damos laburo a 200 tipos. O sea que la verdad, lo que menos podrían hacer es quejarse de que ocho flacos que están sin ensayo... ¿nos van a cobrar por esto? Dale, dejate de romper las bolas. En vez de 100 gramos de mortadela, dame 110. ¿Me los vas a cobrar? No, dejate de romper los huevos. Perdón que lo diga así. Qué rompe huevos los del Sindicato de Actores, perdón, con todo el cariño", manifestó.
"Estás haciendo una coreografía y claramente es un baile", intervino Hoppe, con la intención de clarificar lo que estaba ocurriendo. "O sea, ¿esto ahora no puede hacerse?", consultó el ex vicepresidente de San Lorenzo. "No, se puede hacer. Pero tiene un costo", confirmó el productor. "¿Estos que entraron ahora tienen un costo? ¿Qué van a estar, parados?", criticó Tinelli.
El reclamo se había escuchado antes y había sido directo contra la jefa de coaches María Laura "Lolo" Rossi. "Lo estoy diciendo en serio. ¿Por qué hay tantos bailarines al costado de la pista? ¿Por qué no bailan adelante? Antes bailaban todos acá dentro. Ahora parece delimitado. No sé si están adentro, afuera. No sé si están jodiendo, si pertenecen a la coreografía. ¿No pueden pisar la pista? Los otros se fueron corriendo para allá, pensé que los estaban choreando. ¿Qué es esto? No entiendo. Ayer no quedó nada clara la explicación de por qué no pueden entrar bailarines a la pista. Que entren", volvió a protestar.
"Bueno, los hacemos entrar. Lo que pasa es que cuando se generan ensayos, cuando las coreos tienen que ser ensayadas y nos ocupan más tiempo, hay que pagar. Entonces, como no generamos eso porque son bailarines todos, tienen musicalidad, no necesitamos ensayar extra", diferenció Lolo. "No, ¿si para bailar al costado van a ensayar?", continuó el conductor.
"Todo esto que se genera alrededor es para darle un entorno a la coreografía", afirmó la mujer. "No se llega a ver, si están en los costados", polemizó Tinelli. "No, porque las cámaras están puestas para que los bailarines se vean", insistió la jefa de coaches. "Yo quiero verlo acá. ¿Qué voy a poner la pantalla de Flow para ver en mi programa cómo les va? No entiendo", ironizó el conductor. "Bueno, lo ponemos en la pista. No tenemos problema", concluyó Lolo.
Aunque las expresiones reaccionarias de Tinelli no se quedarían ahí. "Nunca se vio un Bailando con tanta gente a los costados. Tenemos gente. Pero ahora tenemos bailarines. Entran ocho y ocho, y no entran a bailar. Me vuelvo loco", se quejó. "Está bien. Pero igual se ven porque está puesto para las cámaras", volvió a explicar la especialista. "¿O sea que en cámara está saliendo?", preguntó Marcelo. "Por supuesto, el jurado los ve", concluyó Lolo.
Lo cierto es que los testigos que estuvieron en el estudio confirmaron que el conductor, tras el intercambio con Hoppe, se desentendió del tema y se fue para la barra a tomar algo, para luego volver y hacer de cuenta como que nada había pasado. Es probable que el enojo esté vinculado al mal desempeño de su programa, que pasó de un promedio de 6 puntos de rating a 4 en las últimas semanas.
Si bien la medición es alta para una señal como América TV, no está a la altura ni de las expectativas ni de los costos que tiene su suculento show. Por otro lado, y al igual que otros agoreros del ajuste que impulsa el presidente electo, la explosión de Tinelli puede entenderse como el primer centro directo que tira a la cruzada con la que amenaza el nuevo oficialismo contra los convenios colectivos de trabajo y los derechos adquiridos por los trabajadores. Son más de 30 años al frente de la pantalla argentina, y es una realidad que el conductor siempre tuvo buenas migas con los gobiernos de turno.