03 Mayo de 2020 15:40
"La primera medida urgente que tienen que tomar: dejar de hacer las transmisiones en vivo". Esa fue, de acuerdo a las fuentes consultadas por BigBang, la primera recomendación que recibieron Luisana Lopilato y Michael Bublé por parte del buffet de abogados que contrataron, luego de que se desatara la polémica por el codazo que el cantante le dio a su mujer durante uno de los lives de Instagram. Desde entonces, la pareja sigue el minuto a minuto de las acusaciones de violencia de género que se vuelcan en las redes.
En un principio, el plan de la pareja era "dejar que todo decante". "No son de estar pendientes de todo lo que se lee, pero ese día estallaron las redes sociales", reconocen desde su entorno. En un principio, la actriz decidió publicar un fuerte mensaje en Instagram, que luego fue reforzado con una aclaración que hizo durante una de las transmisiones: "Tenemos que soportar, escuchar y ver lo que publican personas malintencionadas que salen a hablar cualquier cosa sin conocer nada de nuestra familia. Después de todo el dolor que pasamos con Mike, quiero que sepan que no tengo dudas de quién es mi marido y lo volvería a elegir una y mil veces más".
La realidad es que el tema, de acuerdo a su entorno, se les "fue de las manos". "Luisana y Mike son muy cuidadosos de su intimidad. Siempre preservaron mucho a sus hijos y fue una sorpresa que se animaran a hacer las transmisiones. Lo pensaron como una forma de aportar su granito de arena en el contexto mundial que estamos viviendo. Jamás esperaron que se pudiera desatar semejante locura".
Atentos a las críticas negativas que recibió el cantante en Argentina, pero más preocupados por las repercusiones del tema en los medios internacionales, el equipo de producción de Bublé decidió poner primera. Fue su manager quien, de acuerdo a lo consignado por la revista estadounidense People, desestimó por completo la violencia doméstica que muchos seguidores de la argentina detectaron durante los vivos: "Es ridículo".
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La idea de la pareja siempre fue mantener las transmisiones que realizaban día a día desde su mansión, ubicada en las afueras de la ciudad de Vancouver. Pero fue un video viral el que hizo que todo estallara por los aires. "¡Esto ya es mala leche!", aseguran que fue la reacción que tuvieron al ver un material editado que advertía que Luisana estaba "haciendo gestos secretos" para denunciar a su marido.
De acuerdo a lo publicado por el portal Infobae, los abogados contratados por el matrimonio lograron "identidicar el IP de la computadora en la que se habrían adulterado las imágenes, que luego se viralizaron en las redes". Desde el entorno de los Bublé, sostienen que es "factible", aunque se alejan del entramado legal que generó el tema: "Desconocemos los detalles puntuales, pero es cierto que la gota que rebalsó el vaso fue el video en el que decían que Lu estaba mandando mensajes ocultos. Es un tema muy grave como para tomárselo a la ligera".
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La versión "oficial" sostiene que tanto Luisana como el canadiense decidieron suspender los live por motivos profesionales. "Es imposible seguir haciéndolos", aseguró el propio Bublé en uno de los últimos vivos. En efecto, el cantante está preparando su próximo disco y lanzó en las últimas semanas el tema Gotta be patient. La argentina, por su parte, tiene la promoción de la película La corazonada, que se estrenará el 29 de mayo en Netflix.
"La verdad es que es una lástima que hayan tenido que dejar de alegrar a sus fans por un grupo de malintencionados", denuncian desde el entorno de la pareja. Lo cierto es que, por más que nunca volvieron a hablar sobre el tema, la cantidad de mensajes que recibían en alusión a las denuncias durante los vivos era preocupante. "Abrieron las puertas de sus casas, hicieron un montón de actividades para sus fans y hasta mostraron a sus hijos, algo que no suelen hacer. La verdad, todo arruinado".