Pasaron casi dos años desde la muerte de la reina Elizabeth II del Reino Unido y recién ahora se conocen detalles de los últimos días con vida de la monarca en su castillo de Balmoral. Gracias a la publicación de Katerine, la princesa de Gales -biografía no autorizada de la esposa del hijo mayor de Lady Di-, los británicos pudieron conocer el verdadero diagnóstico de la monarca y la profunda depresión que atravesaba.
"Su Majestad apenas podía ver y no tenía fuerza. Se ponía terriblemente nerviosa porque odiaba crear confusión cuando derramaba el contenido (de su te) sobre la bandeja. Pidió una tetera más pequeña y se ponía nerviosa cuando el personal se olvidaba y le traía la grande", advierte uno de los pasajes de anticipo que difundió el tabloide Daily Mail.
De acuerdo al certificado oficial de defunción de la monarca, la madre del Rey Carlos III falleció producto de su "edad avanzada". Sin embargo, el libro del periodista Robert Jobson sostiene que "Lilibeth" -como la llamaban en la intimidad- murió a raiz de un cáncer que la dejó "casi ciega" durante los últimos meses de su vida.
Los últimos días de la Reina fueron "de gran soledad". Y es que la monarca debió enfrentar la muerte de su marido, el príncipe Philip, en abril del 2021; así como también la renuncia de todas sus colaboradoras más cercanas. Las jubilaciones masivas que se dieron después de la muerte del duque dejaron una sensación de "vacío" en la monarca, quien se lamentaba desde su reclusión -producto de la pandemia de Covid- en el castillo de Balmoral: "Ya no conozco a nadie acá".
La Reina enfrentaba por ese entonces también las esquirlas mediáticas de las denuncias por pedofilia contra uno de sus hijos, el príncipe Andrew; así como también la intempestiva renuncia a la Corona de su nieto favorito, el príncipe Harry.
Atenta a la soledad de la monarca, fue Kate Middleton quien, de acuerdo a Jobson, le pidió a William que se mudaran en familia cerca del castillo en el que se encontraba Elizabeth para acompañarla.
Mientras que el libro destaca la relación fría que el actual rey mantuvo con su madre hasta el día de su muerte, William se habría convertido en el gran apoyo de Elizabeth con sus constantes visitas y sus llamadas.