por Alejo Paredes
07 Abril de 2022 12:20A sus jóvenes 32 años, son muchos los artistas que ya definen a Fernando Dente como un profesional con todas las letras. Desde muy chico manifestó su amor por la equitación -deporte que practicó durante siete años- y la comedia musical, pasión que lo llevó a inaugurar en plena pandemia del coronavirus su propia escuela: el Instituto Argentino de Musicales (IAM), la cual dirige junto al reconocido director Ricky Pashkus.
Allí, desde Febrero de 2021 dictan seminarios dirigidos a actores, cantantes, bailarines y a todos aquellos que amen la comedia musical en la Ciudad de Buenos Aires. La carrera de Fer arrancó en 2007, cuando logró integrar el grupo de los veinte seleccionados, entre 26.000 postulantes, que participaron en el reality High School Musical: la selección.
Aquel ciclo tenía el fin de elegir a los protagonistas para la adaptación argenta de la película de Disney, High School Musical, High School Musical: El Desafío. El domingo 21 de octubre del mismo año se llevó a cabo la final del ciclo, en la que tanto Fernando Dente como Agustina Vera se convirtieron en los ganadores del ciclo tras vencer a Gastón Vietto y Sofía Agüero Petros, respectivamente; ganando el papel de Troy y Gabriella en la versión nacional de la película.
Hoy, la actualidad de Fer es otra: interpreta a "Charly" en la obra Kinky Boots, la cual se estrenó en 2020 y tuvo que ser postergada a raíz de las restricciones sanitarias que implementó el Gobierno pata contener el avance de la enfermedad y evitar la escalada de casos y fallecimientos en el país. "Nosotros estrenamos el 15 de enero del 2020 y el 13 de marzo del 2020 cerramos por diez días, supuestamente, y pasaron más de 700", le cuenta a BigBang.
La obra, que habla de inclusión, de romper estereotipos o, tal y como le aclara dente a este sitio, aprender a "convivir con las diferencias" reestrenará el viernes 8 de abril desde en el teatro Astral. Kinky Boots es un musical estrenado en Broadway, con música y letra de Cyndi Lauper y libro de Harvey Fierstein. Cuenta la historia de Charlie Price, el hijo de un zapatero que sueña con legarle el negocio familiar.
Pero Charlie no está interesado y viaja con su novia a Londres en busca de un futuro juntos. Sin embargo, tiene que regresar para seguir con el negocio familiar a causa de la muerte de su padre y se topa con Simon, un transformista de nombre artístico Lola que está siendo salvajemente golpeado. Simón lleva unas botas largas de taco alto, que serán la clave para cambiar el destino de ambos.
-Hola Fer, gracias por recibirnos en tu casa
- Si, muchas gracias. Es como un departamento en el que viví, me fui y volví. Así que sí, volviendo al teatro Astral que es mi segunda casa. Nosotros estrenamos el 15 de enero del 2020 y el 13 de marzo del 2020 cerramos por diez días, supuestamente, y pasaron más de 700.
Ansiaba este momento tremendamente, fue uno de los motores de subsistencia durante la pandemia, la ilusión y la certeza, a la vez, de que íbamos a volver con Kinky Boots junto con Martín (Bossi) a contar esta historia increíble en este teatro maravilloso.
-Kinky Boots habla de inclusión, ¿creés que el mundo del espectáculo en general debería tocar más estos temas?
- Creo que el teatro tiene que reflejar un poco lo que está pasando en el mundo o la sociedad en la que se representa. Sea cual fuera el tema que trae, el buen teatro, para mí, es crítico. Y crítico no significa que sea un drama o una tragedia, al contrario....el trabajo que hace Martín (Bossi) en sus espectáculos, que son 100% humor, son también 100% críticos porque todo lo que tenga un punto de vista es una crítica.
A veces creemos que la crítica es hablar mal de alguien o de algo y para mí es un punto de vista sobre una situación que vale la pena ser revisada. En el caso de Kinky Boots plantea y acerca no solo la inclusión, sino el aceptar lo distinto y celebrar la diferencia.
Pero diferente no es solo una Drag queen o una persona que pertenece a una minoría, las personas que no pertenecen a minorías también tienen sus diferencias y descubrí que todos tenemos nuestras diferencias. Celebrarlas y explorarlas es un poco la invitación que trae la obra.
-Bueno, no hace mucho le hablaste al mundo sobre tu identidad. ¿Te liberó?
- Sí, me re liberó sin saber que lo iba a hacer la verdad. Eso también es parte de lo que uno construye con los años viviendo en una sociedad de una manera....pero de verdad cuando lo hice, ahí me di cuenta que me pesaba. Ahora, ya está.
(N. de la R.: en 2019, Fer Dente se animó a hablar de su sexualidad, recordó cómo fue su despertar sexual en diálogo con la revista Gente. Habló de una historia que revela el machismo imperante y que puede ayudar a muchos que al día de hoy siguen sufriéndolo. También hizo una impactante confesión. "Antes de morir, mamá me reveló que soy hijo de un cura", expresó).
-¿Qué fue lo que más te costó de la pandemia?
- La pasé mal en la pandemia, me costaron mucho -con todo respeto lo digo- los medios. Me da mucha vergüenza decirlo, pero me convertí en una persona que no consume más medios. La realidad es que hubo una época que me peleé mucho y generé una extrema sensibilidad al pesimismo. Iba a comer a algún lugar y no podía escuchar a la gente decir todo el tiempo "nos vuelven a guardar, no se termina nunca más".
Me generaba una fobia y los medios me daban pánico, porque todo el tiempo era los muertos, los casos, la nueva cepa. No podía lidiar con esto. Me volví muy ermitaño y mis más cercanos sabían que no podían hablar del tema conmigo porque, no es que me enojaba, me hacía muy mal, me generaba mucha angustia. me dolió, por supuesto de algunos medios, estoy generalizando.
Creo que era el momento de salir a...¿viste como Spider-Man?: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Creo que muchos flaquearon de una manera muy dañina por generar más clicks en una nota o por lo que fuera, no se dieron cuenta que del otro lado había gente que se jugaba la vida con esta situación. Fue muy doloroso para mí.
-¿Algo bueno que hayas sacado de la pandemia?
- Primero una escuela que dirijo con Ricky Pashkus, que es hoy la escuela más grande de Latinoamérica de teatro musical en menos de dos años, que es el Instituto Argentino de Musicales (IAM), y bueno todas cosas personales que me guardo para mí, pero sí. Es muy loco que en una pandemia me pasaran cosas muy lindas, recuerdos de vida y demás, que estuvieron bien. Lo porquería de la pandemia fueron la enfermedad y las muertes, por supuesto, pero después uno se acomoda para seguir viviendo.
-¿Una frase que te haya marcado?
- "Que la felicidad no es un derecho, sino un deber". Me la decía mi mamá.
-Actor, cantante y, en ocasiones, bailarín. ¿Con cuál te llevás mejor?
- Yo siempre digo que es como un tres ambientes y a mí me gusta vivir en todos. Es más divertido que un monoambiente, más cómodo, más grande y amplio. A mi me gusta todo, es así.
-¿Un defecto?
- Tengo un montón de defectos. Creo que aveces soy insoportable, pienso eso. Al menos, conmigo mismo (risas).
-¿Una virtud?
- Puedo decir que soy una persona disciplinada.
¿Sos de mirar el camino recorrido o preferís siempre encarar hacia delante?
- La pandemia me puso muy de mirar atrás. Es algo que, ahora volviendo a al vida, siento que hay que sacarlo, decir ¡basta!. A todos nos pasó que tuvimos mucho tiempo para pensar, lo miro con mucha alegría, pero siento que me quedó como un color de nostalgia y ya quiero....soy muy para adelante, me divierte pensar en próximos futuros y disfrutar mucho del presente. Soy frases que todos leímos en los sobres de azúcar, pero que a mí por lo menos me pasa de verdad.
-¿Teatro o televisión?
- Teatro ante todo, siempre. No tengo duda ni culpa en decirlo. Antes que el cine o la tele, el teatro, teatro y teatro.