Un nuevo capítulo de uno de los culebrones del año se escribió en las últimas horas. Es que Flor Vigna rompió el silencio respecto a su separación de Luciano Castro y hasta se animó a soltar alguna frase muy dura contra el actor. Los rumores de infidelidad hacia ella, para meterse en una relación con Griselda Siciliani, además de lo que deslizó su ex Sabrina Rojas sobre que también la buscaba a ella, también la afectaron.
Las repercusiones surgieron luego de que a Vigna la cruzaran periodistas para preguntarle sobre su ex. "Entiendo que me pregunten, pero para mí hay que ir a buscarlo a él, che. Banquen a las mujeres", pidió Flor en un tono medio en broma, medio en serio. En su expresión se reflejaba el hartazgo de que fuera a ella a quien interrogaran cuando no fue quien estuvo en falta en la relación.
"¿Por qué creés que él no quiere hablar? ¿Hizo las cosas muy mal?", le preguntaron de acuerdo a lo que registraron las cámaras de LAM. "No sé. ¿Ustedes lo fueron a buscar? ¿O sólo a nosotros? A mí me parece que ustedes nos buscan a nosotras nada más", continuó Vigna, otra vez con una clara intencionalidad irónica para con los movileros.
Fue entonces cuando la bailarina ingresó en una especie de catarsis y recordó cuánto le costó su separación en términos de salud mental y un poco también del bolsillo. "Si yo me tiento y empiezo a hablar de mi herida, y empiezo con todo, es como que voy a estar en este capítulo para siempre", explicó. "Yo hice mucho esfuerzo. Pagué terapias muy caras para salir de esto. Yo no tengo obra social encima. Me salió un huevo recuperarme. No voy a caer de vuelta", afirmó después.
Tras eso, un reportero le recordó que ella había dicho que "se debería dejar de meter con las parejas de otras personas", en relación a Griselda Siciliani y el modus operandi que la atribuyen de intervenir en otras parejas, generar discordia y quedarse en la vida del recién separado. En ese sentido, Vigna relativizó sus dichos y reconoció que, si bien las había expresado, no era lo único que debía cambiar. "También debería dejar de haber hombres infieles", aseguró, en una salida con altura del embrollo en el que buscaban meterla. Soltar costó caro para la bailarina. Pero no hay dudas de que parece haberlo hecho para siempre.