20 Julio de 2020 13:10
Cuestionada por ser una de las embajadoras de la cultura fit, Catherine Fulop se cansó y habló, después de que su hija mayor, Oriana, revelara en un posteo de Instagram que batalló durante más de una década contra severos trastornos alimenticios.
"Siento que eso fue una confesión de ella y que le pertenece a ella, más allá de que como padres lo hemos sufrido junto a ella. El ver su posteo nos movilizó muchísima, porque nos tomó por sorpresa. No sabíamos que lo iba a publicar. Para mí fue muy movilizante ver todo lo que le escribieron", reconoció en diálogo con el ciclo Los ángeles de la mañana.
Consultada sobre el peso emocional que podría haber sumado el hecho de tener como madre a una de las "emabajadoras del mundo fit" en la región, la modelo reconoció: "Y sí, yo creo que eso para ella también debió haber sido muy duro. Porque capaz ella me ve a mí, que uno lo hace sin querer. Es más, pensando que uno va a dar el ejemplo".
Leé también | "Sé que tengo poco culo y estoy llena de estrías": el mensaje antianorexia de Oriana Sabatini
"Para nosotros en casa nunca fue una obsesión la comida. Había comida chatarra y comida saludable. Estaba en la mesa la elección, porque yo siempre busqué ayuda para mí. Con mi ejemplo, pensé que se los iba a transmitir a mis hijas", explicó.
Fulop también apuntó contra las redes sociales y la exposición a la que se enfrentan los jóvenes en la actualidad. "No contaba con la influencia externa y lo que empezó a pasar con las redes sociales, que a nuestra generación nos sorprendió mucho. La generación de ella ha tenido que lidiar con las redes, que todo se viralice".Leé también | Oriana Sabatini subió una jugada foto y estallaron los celos de Paulo Dybala
"En mi casa, juro que nunca se los obligó a comer sano o no. La comida no era un tema, siempre se comió mucho. Yo siempre fui muy comilona, me gusta comer de todo", advirtió, al tiempo que recomendó: "Hay que tratar de buscar ayuda, ella tuvo un grupo de amigas hermosas que nos advertían y nosotros tratábamos con el ejemplo de ayudarla, pero uno no terminaba de darse cuenta porque ella no estaba flaquita tipo anoréxica. Nunca fue ni gorda, ni flaca; no te podías dar cuenta de que había realmente un problema".
Como madre, la modelo reconoció que le costó darse cuenta de que su hija sufría trastornos alimenticios. "Era muy difícil todo, porque uno no terminaba de darse cuenta. Ella lo ocultaba y yo la veía comiendo y bien. La veía flaquita, pero tanto Ova, como yo, fuimos muy flacos, me hubiera parecido raro si mis hijas no lo eran. Decía: 'Pero si yo era más flaquita que ella a su edad', cuando me hablaba alguna amiga. Después, uno se da cuenta. Ella pidió más ayuda".