El empresario Matías Garfunkel hace tiempo que tiene varios frentes judiciales abiertos por evasión tributaria de diferente tipo, entre los que se destacan retención de aportes patronales, no pago de indemnizaciones, evasión del impuesto a las ganancias y hasta contrabando de obras de arte.
El empresario se separó hoy de su mujer, Victoria Vanucci.
Sin embargo, en algunas causas la Justicia la dio ciertos “guiños". Por ejemplo, el lunes en la elevación a juicio por la retención de los aportes patronales a los empleados del ex Grupo 23. Pero ni Garfunkel, ni su ex socio Sergio Szpolski, fueron incluidos. El requerimiento solo se centró en los empleados encargados del área en cuestión dentro del grupo mediático.
Se terminó el amor "en el exilio": se separaron Victoria Vanucci y Matías Garfunkel
En donde si la Justicia lo tienen cercado es en dos causas que involucran casos de evasión tributaria por millones de pesos. La primera es una transferencia trucha que le habría realizado a su madre para evitar tener que tributar ganancias. Lo que hizo fue en 2010 realizar una “donación” a su madre por U$D 20 millones por lo que el juez a cargo de la investigación, Gustavo Meirovich, lo procesó en febrero y le trabó un embargo por $150 millones.
El empresario buscó evadir impuestos mediante una donación a su madre por U$D 20 millones.
La pena por este delito para el empresario, que se encuentra desde 2016 radicado en los Estados Unidos, va de tres a nueve años de prisión debido a que es un caso grave de evasión. El mismo magistrado, que se encuentra a cargo del Juzgado en lo Penal Económico N°8, es quien también lo procesó por el contrabando de obras de arte.
Allí el ex abogado de Garfunkel, Adolfo Verra, lo denunció por sacar del país obras de arte sin la autorización de la AFIP y de la Aduana. Se trata de tres cuadros que Garfunkel trasladó a los Estados Unidos para su venta vía subasta por la que cosechó más de un millón de dólares en 2013. Esas tres obras se encontraban trabadas dentro de un embargo judicial que su ex letrado había conseguido imponerle ante la falta del pago de sus honorarios.
Por ese mismo motivo Meirovich no sólo lo llamó reiteradas veces a indagatoria y lo procesó sino que también lo embargó por $35 millones.