Paula Di Chello sorprendió a todos al revelar que sufrió un verdadero calvario en manos de Gerardo Romano cuando ambos grababan para la tira "Se dice amor", al cual se emitió por telefe y tuvo como protagonistas a Juan Darthés, Eugenia Tobal, y Millie Stegman.?. “En una de las escenas, en un pasillo, no estaba guionado, me pone contra la pared, me muerde la boca y me hace sangrar... me dijeron que debería haberlo denunciado”, contó la actriz días atrás en el ciclo Mamás felices.
Además, sostuvo que el intérprete no le pidió disculpas: “Me empujó y me dijo 'sos una boluda', nada más, porque seguramente no habré reaccionado como esperaba. Pero yo dejé que siguiese la escena poque eso te indican como actor. Esa escena salió al aire, está grabada. Nadie dijo nada. Yo llamé a mi representante y le dije que no iba a poder seguir”, recordó. “Otros me dijeron que él era así, que era su forma de ser... qué se yo”.
Di Chello fue clara en su relato, enumeró la gran cantidad de encontronazos que tuvo con Romano y lo denunció por abuso sexual y violencia de género. “Él me perseguía por los pasillos, me sacaba el celular cuando hablaba con mi mamá y le decía 'suegra'... él debe decir que ni se acuerda, pero por suerte está grabado”, sostuvo de su ex compañero durante al tira que fue emitida entre 2005 y 2006.
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Pero la actriz no se quedó ahí y consultada por el tema en un móvil con américa TV dio más detalles sobre lo ocurrido hace más de 15 años: “No pude hablar mucho del tema durante muchos años. Lo hablaba privadamente. Era una época en que no se podía hablar de eso. Se te aconsejaba que vos tenías que adaptarte a lo que había, que el mundo era machista, y más el medio. Me daba vergüenza, me sentí muy humillada”.
Además, recordó que durante una escena, Romano la empujó "contra una pared" y le "mordió" la boca. "Me salió sangre. No me avisó. Y eso no estaba en la escena. No había escena de besos, él inventó el beso y, además, la mordida. Me dejó herida”, dijo y aclaró que a partir de ese momento, habló con su por entonces representante y se retiró de la telenovela. De acuerdo con sus dichos, ese episodio la alejó de la profesión.
En cuanto a Romano, señaló que lo considera “una persona violenta” y “un maltratador”. “Siento que lo que pasó fue un abuso de poder. Él avanzó hacia un lugar... no sé adonde quería llegar. No había escena de besos, él inventó el beso y, además, la mordida”, concluyó. También por América, el actor salió a defenderse y aseguró que le parecen "inexactas las cosas que plantea" Di Chello. "No la conozco a la chica, o no la recuerdo... que es lo mismo", dijo.
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Y continuó: "Ella dice dos cosas: que había una especie de acoso o de hostigamiento, que la corría por los pasillos. Yo me hice actor porque soy tímido, soy retraído. Además... me pesa decirlo, fui un tipo muy seductor, con mucha prensa, decían que era un sex symbol, cosas por el estilo. Así que yo no perseguí nunca a nadie por ningún pasillo, por personalidad y por cómo me iba. Me han perseguido, sí”.
Sobre la escena en cuestión, Romano manifestó que todo fue parte de la tira. “Con respecto al beso, eso es parte de la novela. Esa escena no tiene nada de ilícito. Hacía de violento, de hijo de puta, tenía que hacer eso. Yo hacía de malo”, siguió y ante la consulta sobre los dichos de Di Chello donde afirmaba que ese episodio no estaba en el guión, aclaró: “No... si está el director... no, que no haga interpretaciones”. “Yo tengo que responder por mis hijos. No soy un violín ni un acosador. Tengo 76 años y no tengo ninguna acusación ni denuncia de nada”, agregó. También remarcó en varias oportunidades no saber quién era la actriz: “No sé quién es, busca fama, no le ha ido muy bien porque no la he visto más en ningún lado”.
Finalmente, Romano expresó no querer terminar como "Lito Cruz" o "Federico Luppi" y cerró: "No tengo una denuncia de nada a lo largo de 50 años de carrera. No sé quién es esta chica, que busca fama y que no le ha ido muy bien, porque yo no la he visto trabajar en ningún lado. Además, me gustan las mujeres que me gustan. En general coinciden con un canon de belleza que ella no posee. Y además, porque tengo ética. No violaría por ética, porque sería avasallar los derechos de otra persona. No debe tener un mango. Y no voy a perder tiempo, con la edad que tengo y con lo que me queda en el carretel. No quiero que me pase como a Lito Cruz, ni como a Federico Luppi. Quiero que mis hijos tengan de mi la imagen que tienen. Si consigue laburo con esto, bienvenido sea. Que le den una mano. Yo nunca tuve que calumniar a nadie gratuitamente. Además, ¿15 años después? ¿Qué síndrome es ese?”.