Game of Thrones es una de las series más importantes en la historia de HBO. Hace poco más de una semana llegó a su fin, y tanto actores como fanáticos se encuentran tristes por ello, pero parece ser que el más afectado es el mismísimo Jon Snow. De acuerdo la columna Page Six del New York Post, el actor Kit Harington ingresó a un Centro de Rehabilitación para ser tratado por estrés, agotamiento y consumo de alcohol.
El actor entró en una clínica de rehabilitación poco antes de que se emitiera el final de la serie de HBO para tratarse unos "problemas personales", segun confirmaron ayer desde su entorno a los medios estadounidenses.
"Kit ha decidido utilizar este descanso en su agenda como una oportunidad para pasar un tiempo en un centro de bienestar para trabajar en algunos problemas personales", dijo un portavoz del intérprete en un comunicado.
Luego un amigo del actor sumó declaraciones y reveló cómo su esposa Rose Leslie, quien interpreta en GOT a Ygritte, lo acompaña. "Está en la clínica principalmente por estrés y agotamiento y también por el alcohol. Su esposa está siendo sumamente comprensiva. Todos sus seres cercanos quieren de verdad que descanse. Ahora mismo, solo necesita paz y tranquilidad", aseguró un amigo del actor a Page Six.
Recordemos que el protagonista de GOT generó un escándalo en enero pasado, cuando estaba tan ebrio en el bar Barfly de Nueva York que fue retirado por el personal de seguridad. Lejos de ser un héroe de serie, no podía mantenerse en pie por su borrachera y se comportó de forma amenazante con algunas personas que estaban allí.
En los últimos meses, Harington habló en varias oportunidades sobre la enorme presión que sintió al ser uno de los protagonistas de la mayor superproducción televisiva de la historia y acerca de los graves efectos que eso tuvo en su salud mental. "No fue un buen tiempo en mi vida", reveló el actor a Variety sobre el momento en el que su personaje Jon Snow murió y resucitó en la serie. "Sentía que tenía que sentir que era la persona más afortunada del mundo cuando, en realidad, me sentía muy vulnerable. Tuve un momento inestable en mi vida, como creo que mucha gente tiene en la veintena", añadió.
Harington no es el único actor de Juego de Tronos -tal como es la traducción al español- en haber revelado problemas de salud recientemente. Emilia Clarke, que encarnó a Daenerys en la ficción, desveló en marzo a la revista New Yorker que sufrió dos aneurismas mientras rodaba la serie. Además, Maisie Williams y Sophie Turner, que dieron vida a Arya Stark y Sansa Stark, respectivamente, también aseguraron en los últimos meses que la fama y las redes sociales perjudicaron su salud mental.