por Alejo Paredes
24 Octubre de 2021 08:00Desde el año 2007 que Payana, el grupo integrado actualmente por Mónica Sanmartano, Dante Rodríguez, Silvina Salinas, Pablo de León y Maximiliano Silvera, comenzó a desandar el camino de la Música Popular Argentina. La banda, que se caracteriza por los matices en sus canciones y la armonía de sus integrantes, obtuvo a lo largo de estos 14 años varios reconocimientos, entre ellos: Revelación del Festival de Ayacucho, Ganadores del Pre, Revelación del Festivales de Marcos Paz; Consagración en el festival de la Tradición Añatuya en 2019 y Consagración con distinción especial en el Festival de Baradero en el año 2020.
Además, y como si esto fuera poco, fueron finalistas de los programas Talento Argentino en Telefe y Soñando por Cantar en El Trece, y en el 2015 obtuvieron el segundo lugar de los Espectáculos Callejeros de Cosquin. "Era la primera vez para mi como artista ir a un casting, aprender y ver qué era eso. Ver que a la gente le encantaba o le llamaba de atención lo que hacíamos y que pasábamos de ronda en ronda, para nosotros fue una cosa fabulosa", le contó Dante a BigBang sobre aquella experiencia y aclaró: "Cautivamos a las personas y nos hizo entender que ese era el camino. Eso fue buenísimo y nos dio la posibilidad de estar en lugar que, de manera particular, no podíamos llegar".
El grupo cuenta con cinco músicos de excelencia y arriba del escenario se escuchan la guitarras, el charango, el bajo eléctrico, el acordeón, la batería y el piano. Pero a pesar de que llevan más de una década en el primer plano musical, siendo una de las bandas más escuchadas del folklore moderno, la pandemia los afectó a tal punto que uno de los integrantes abandonó el grupo y, en pleno aislamiento social, tuvieron que salir a buscar a quien lo reemplace. " Nos dejó mal parados la pandemia. Tener otro trabajo por fuera de la música nos posibilitó seguir vivos y no caer como muchos compañeros, que desgraciadamente solo se dedicaban a la música y la pasaron peor que nosotros", resaltó.
Gracias al esfuerzo, la pasión y, claro está, el amor por lo que hacen, lograron sortear estos casi dos años en los que la agenda estuvo marcada por el coronavirus con algunos shows por streaming y presentaron su nuevo single, "¿Qué nos pasó?", el cual anticipa el próximo show que realizará la banda el 27 de noviembre en el Teatro Premier en donde harán un recorrido por sus 14 años de trayectoria. "Sin duda la armonía es el punto fuerte de la banda. Los timbre de voces diferentes hacen que escuchen un tema nuestro y sepan que somos nosotros. Hoy no son muchas las bandas que eligen tener voces masculinas y femeninas al mismo tiempo", le resalta Maxi Silvera, encargado de los arreglos musicales, a este sitio.La entrevista completa a Dante Rodríguez, Silvina Salinas y Maximiliano Silvera del grupo Payana
¿Cómo arranca Payana?- Dante: Payana va a cumplir en diciembre 14 años. Los que tenemos más trayectoria dentro de la banda somos Mónica, Maxi y yo. Silvina estuvo un tiempo, se fue y después volvió, y estuvo Rodrigo Vega Vidal y otros artistas más y ahora está con nosotros Pablo de León. ¿Cómo nos conocimos? La realidad es que somos conocidos del ámbito de la música, en mi caso particular hacia comedia musical y Mónica me contactó a través de un amigo que tenemos en común en una academia donde ella da clases de canto. Me tocó interpretar a Jonathan Harker de Drácula en su momento y ahí comenzó al idea de hacer algo distinto, más arriesgado para mí.
Fue entonces que Mónica me preguntó si quería probar con cantar Folklore en una banda y me animé. Probamos, le gustó el tinte, quedé con Mónica, el grupo en ese momento tenía la idea de ser un cuarteto y de repente aparecimos nosotros dos y quedó un quinteto. En un principio cantábamos música folklórica, con mucha raíz y después comenzamos a ver otros lugares u otra apertura para comenzar a hacerlo con el tinte y las voces que tenemos nosotros.
¿Y cómo eligieron el nombre?
- Dante: Cuando empezamos teníamos que ponernos un nombre porque justo había una peña hecha por el papá de Silvina . Estábamos ensayando, pero no teníamos nombres y queríamos buscar algo que tuviera algo que ver con cinco: pentagrama, estrellas y que no sea tan telúrico, que se identifique así tan rotundamente. Buscamos todo lo que tenía que ver con "penta" y no nos pasaba nada. Hasta "La Herradura" surgió y en una de esas, también pasó el nombre de "Payana".
En algún momento en su casa habrá comentado los nombres que estábamos barajando y cuando llegó el momento de presentarnos en la peña, el conductor nos presentó como "Payana". Nosotros nunca nos hicimos cargo, pasamos de largo y después nos quedó en nombre. Payana tiene que ver con el juego infantil que se practica con cinco piedras pequeñas u objetos similares.
Pero con el tiempo encontramos el significado cuando nos cruzamos en Cosquín con un quichuista que nos comentó qué quería decir. Es una voz quichua que significa "Paya", que es juntar, y NA, que es un lugar. Entonces Payana vendría a ser el lugar donde se junta y la realidad es que nosotros veníamos de una escena distinta, del baile, del pop, del folklore y nos dimos cuenta que coincidía. Somos la conjunción de cosas distintas en un solo lugar.
¿La armonía de los integrantes es el fuerte del grupo?
- Maxi: Sin duda la armonía es el punto fuerte de la banda. Los timbre de voces diferentes hacen que escuchen un tema nuestro y sepan que somos nosotros. Cada uno de los integrantes tiene un timbre que lo hace único e incomparable y obviamente cuando se escuchan las cinco voces en armonía sugiere mucho. Hoy no son muchas las bandas que eligen tener voces masculinas y femeninas al mismo tiempo, mixtas no son tantas y eso es un tinte característico nuestro.
Siempre buscamos hacer armonías complejas y accesibles al oído común. La realidad es que al llevarlo al escenario, la gente disfruta de nuestras voces con arreglos más fuertes o más simples. Como es tan amplio o versátil lo que hacemos, es muy fácil absorber cosas interesantes de otros, por ejemplo, miramos cumbia, cantantes latinos, folklore más tradicional....tenemos es posibilidad de nutrirnos de muchos artistas. Adaptamos y readaptamos nuestras propuestas. Sería ingrato y necio decir que en estos 14 años nos mantuvimos en una misma línea. Como todos, fuimos mutando y adaptándonos a lo que la música y la gente nos fue llevando.
Hay matices en sus canciones que no son estrictamente folklóricas, sino que vienen de otros géneros... ¿no es cierto?
- Maxi: Nos sentimos muy cómodos en el ámbito de lo romántico, pero la realidad es que vamos explorando por diferentes temáticos dentro de nuestros temas, como también los covers que realizamos. Intentamos cantarle a la gente y transmitirles lo que sentimos y nos pasa, a veces con palabras nuestras y otras con palabras prestadas, como le decimos nosotros.
Nosotros, además de explorar en las temáticas, también lo hacemos en lo musical y jugamos un poco con esto de los ritmos latinos. No solamente argentinos, sino que nos vamos moviendo por otros lugares. Entonces la idea es buscar, dentro de lo que es el sonido propio y característico, que son estas cinco voces mixtas, buscar siempre aquello que nos haga sentir representados, más allá de lo que diga una letra.
Sino que desde lo musical le damos nuestro toque mágico que hace que cuando uno lo escuche diga "eso es de Payana". Es nuestra intención y siempre buscando acercarnos a nuestra música, a nuestros instrumentos , a lo que nuestro público siente y pide. Nos pasa mucho que nosotros proponemos tal canciones y nos piden cantar tal o cual cosa, por eso estamos atentos a eso e intentamos generar esas propuestas también desde lo que hacemos.
Fueron finalistas de los programas Talento Argentino y Soñando por cantar....¿cómo se dieron aquellas participaciones?
- Dante: Fue difícil porque uno es inquieto en esas cosas, quiere aprender y trata de encontrar el lugar que le corresponde a las voces. De repente apareció Talento Argentino y obviamente nos dijimos que podíamos hacerlo. Hubo miembros del grupo que no querían o no se animaban, no vamos a nombrarlos (risas), porque le daba miedo que, a nosotros que éramos nuevos en el rubro, nos puntúen lo que hacemos.
Insistí bastante y los anoté igual. Era la primera vez para mi como artista ir a un casting, aprender y ver qué era eso. Ver que a la gente le encantaba o le llamaba de atención lo que hacíamos y que pasábamos de ronda en ronda, para nosotros fue una cosa fabulosa. Aprender y entender que estábamos haciendo algo que tenía algo distinto o característico.
Me acuerdo que una vez cantamos una canción que se llamaba "Río de tigres" y alguien, que estaba en el medio del casting, dijo "¿qué están cantando?". Es un tema lindísimo del folklore nacional y habíamos hecho unas armonías tan lindas que se quedaron viéndonos. Cautivamos a las personas y nos hizo entender que ese era el camino. Eso fue buenísimo y nos dio la posibilidad de estar en lugar que, de manera particular, no podíamos llegar.
¿Fueron esas participaciones las que les dieron el empujón que necesitaban para arrancar?
- Maxi: Quizás no desde lo artístico, pero tal vez en lo emocional. Creérnosla, sentir que éramos capaces de, más allá de que uno canta porque le gusta transmitir, recibir el reconocimiento de la gente es lo que te hace entender que vas por buen camino. Fue una cosa significativa para nosotros, una bisagra, pero desde la producción misma no hubo gran diferencia porque ellos atienden a los que son los grandes ganadores de esos programas.
Nos sirvió el reconocimiento, al año siguiente fuimos a Cosquín y nos decían "Ah, mirá....los de Talento". Nos abrió una ventana para mostrarnos, pero fue puro mérito y esfuerzo nuestro.
La música es una de sus muchas pasiones: Mónica es profesora de matemática y Dante es bailarín, por ejemplo. ¿Cómo se llega a formar un grupo musical viniendo de otro palo?
- Silvina: Nosotros sabíamos que nuestra primera opción siempre era el canto, era la banda y el resto era secundario. Lo que pasa es que hasta que uno puede vivir netamente de esto, tiene que alimentarse (risas). Entonces por eso uno sigue en otras profesiones, pero nosotros sabernos que Payana es primordial y queremos vivir de esto, que es lo que más amamos hacer.
¿Cómo analizan o ven la evolución del folklore en los últimos años?
- Dante: La música folklórica tuvo un auge a partir de la llegada de La Sole. Por lo menos por las zonas en las que nosotros nos movemos, este ritmo está muy presente. Hay mucha juventud, chicos que se animan a salir a bailar y siguen grupos que le gustan. La verdad que siento que el folklore tiene mucha polenta en todos lados. No creo que se escuche más en el interior que en Buenos Aires y creo que está muy presente actualmente.
- Silvina: En mi caso, me acuerdo que en los primeros viajes conocía lo que era el folklore, pero para mi era algo "viejo", era sinónimo de "gente grande" y cuando empecé a conocer este ámbito, hace fácil diez años atrás, me llevé una sorpresa enorme. La cantidad de chicos jóvenes era increíble y ahí fue cuando me di cuenta que no era sinónimo de algo "viejo".
Actualmente veo mucho eso, estoy rodeada de chicos que conocen a La Sole, a Luciano Pereyra o Abel Pintos que llevaron el folklore a lo moderno y eso ayudó a que los jóvenes se acercaran y quedaran en este mundo. Obviamente todo lo que es La Voz y todos estos realities llaman a otros jóvenes.
Pero creo que esto igualmente viene de hace años, a lo mejor ahora es más notorio pero el folklore dejó de ser para "gente grande" desde hace varios años. Todavía hay algunas personas que siguen encerrando el folklore en algo más tradicional, pero la gran mayoría lo ve como algo más moderno.
- Dante: Hay gente que al principio no preguntaba "qué hacíamos" y al decirles folklore pensaban que íbamos a estar en el escenario con un poncho y que las chicas iban a estar con una pollera. Pero eso tienen que ver con la visión que tenían ellos del ritmo. Podríamos habernos quedado en el folklore tradicional, pero somos cocientes que este ritmo mutó. Abel Pintos era folklore de raíz y ahora canta baladas espectaculares.
¿Cómo los afectó la pandemia? ¿Es un alivio poder volver a los escenarios?
- Maxi: En pandemia tuvimos la oportunidad, después de mucho esfuerzo y dolores de cabeza, de grabar un show por streaming que hicimos desde la Usina del Arte que fue maravilloso. Soñábamos con que esté la gente ahí, pero las mirábamos del otro lado. Después de ese show se volvió a ensayar de a poco, este verano empezamos a juntarnos al aire libre y empezamos a producir un nuevo show.
Pudimos estar en un festival, un encuentro nacional de las provincias en Moreno, cantamos con la banda completa después de la consagración de la banda en el Festival de Baradero en 2020 que había sido el último show que habíamos hecho. Después de eso, estuvimos encerrados hasta ahora.
- Dante: En 2020 había mucha expectativa. Después de consagrarnos en Baradero ocurre que te dan más posibilidades de hacer más cosas, pero nos quedamos a la mitad. No pudimos terminar de concretar en otros lugares donde posiblemente podríamos haber ido y nos dejó mal parados la pandemia. Tener otro trabajo por fuera de la música nos posibilitó seguir vivos y no caer como muchos compañeros que desgraciadamente solo se dedicaban a la música y la pasaron peor que nosotros.
Tuvimos la baja de Rodrigo (Vega Vidal) que, suponemos, no pudo superar el encierro. Para nosotros fue bastante difícil volver a buscar a alguien en pandemia, fue un laburo muy fuerte que tuvimos que hacer para darnos cuenta cómo íbamos a continuar. Queríamos mantener el quinteto, no nos podíamos juntar para ensayar, no teníamos una plataforma en la que pudiéramos hacer un ensayo porque somos armónicos y el delay fue nuestro primer enemigo.
- Maxi: El calor del público es maravilloso, incomparable y de ninguna manera se puede reemplazar por lo virtual. Sin embargo, sería de necio decir que la tecnología no debe usarse. Todo lo que sirva para acercar a la gente es súper válida.