Fue difícil verlo en una situación así. Su feroz lucha por trabajar y su incesante pelea por ver a sus hijas lo fueron colocando en el lugar de la víctima, pero a veces la realidad golpea de la peor de las formas y solo resta barajar y dar de nuevo. El viernes por la noche, en Vicente López, La Tota Santillán fue detenido por supuesto intento de robo de un bazar en el 78 de la calle Maipú.
La Tota fue detenido en Vicente López.
Las imágenes rápidamente inundaron las redes sociales y, entre miradas de sorpresa, asombro y cierta incredulidad, dejaron en total evidencia el difícil momento que está viviendo al conductor. En las fotos se lo puede ver a Ricardo Daniel Carias (nombre de "La Tota") reducido por la policía. Los agentes aseguran que el conductor se resistió a la autoridad.
Tirado en el piso, rodeado de cámaras y dedos acusadores. Así se lo pudo ver a La Tota mientras era arrestado. Se lo está investigando por el presunto robo, aunque el dueño del bazar no quiso denunciarlo. Según los testigos del lugar, el conductor se negó a pagar, se alteró, comenzó a los gritos y se resistió a la autoridad. También destrozó el espejo del patrullero.
El espejo de la patrulla que rompió La Tota.
Fue entonces que pasadas algunas horas, la justicia ordenó internar en un neuropsiquiátrico al conductor de programas de música tropical. La medida fue decidida por el fiscal Martín Gómez, a cargo de la fiscalía de Vicente López, quien tomó la recomendación médica que indicó que "Santillán es peligroso para sí mismo y para un tercero".
Pero La Tota vivía un momento muy delicado, con amenazas de muerte incluidas, que lo llevaron al colapso nervioso. “Daniel había recibido amenazas, se las mandó a mucha gente, amenazas telefónicas que decían que lo iban a quemar, que le iban a quemar la casa y artísticamente hablando”, le dijo a BigBang Sergio “Nino” Labi, uno de los mejores amigos de La Tota.
La Tota, sin fueros, quiso robarse un par de cubiertos y terminó en cana.
De Vido? Bien , gracias. pic.twitter.com/DdZObNp5OA
- Fernando Carnota (@fernandocarnota)
Mejor conocido como el Mago Nino, el actor, humorista y presentador de artistas aseguró que al conductor de 49 años lo estuvieron llamando toda la semana pasada “para decirle que se fuera del departamento porque no pagaba las cosas, pero él tenía todos los comprobantes de pago”.
“Él vivía en la oficina, porque su ex esposa y su ex suegro le habían conseguido ese lugar. El martes le cortaron la luz. Le cortaron los cables de la caja de abajo, alguien se metió y se los cortó. Esa noche tuvo miedo y durmió en su camioneta”, señaló, muy preocupado, Labi.
Cabe recordar que La Tota tuvo varios roces con su ex mujer, Sol, quien lo denunció por “amenazas coercitivas”, lo que le impide ver a sus dos hijas, y su ex suegro, Jorge Fiasche. Según La Tota, es su ex suegro el responsable de las amenazas que recibe cotidianamente.
Sergio Labi y La Tota Santillán.
“El día miércoles estaba muy tenso. Hacía mucho tiempo que no podía ver a sus hijas y que hace un mes le permitieron verlas una hora por semana. Además, hay una radio que le debe mucho dinero y un programa de televisión que estaba listo, inclusive yo actué con él, y no se lo dejaron salir al aire. Lo fueron boicotearon por todos lados”, remarcó Labi.
Según el humorista, la debacle del conductor se debió a un ataque de depresión, ya que problemas de dinero no tenía: “Estábamos proyectando cosas para las vacaciones de invierno, muchas ya estaban listas para el debut. Por lo que no había problemas de plata. Los exámenes toxicológicos dieron negativos además. Se le pegaron los cables hablando mal y pronto”.
La ota junto a su ex, Sol, y la pequeña Mía.
En esa línea, reveló que La Tota le había dicho que su ex suegro lo estaba apretando. “Sé por voces de terceros que en el lugar donde supuestamente fue a robar había ido a cobrar un dinero que le debían y le habrían dicho: 'Llévate lo que quieras'. Y él salió con lo que quiso. Él quiere hablar con todo el mundo, pero está internado y bajo tratamiento”, cerró.
El conductor no ve a sus hijas desde agosto del año pasado.
La Tota estaba viviendo en un monoambiente que le había dado su ex suegro y llevaba más de 11 meses sin ver a sus dos hijas: Camila y Mia, por la denuncia que le propinó su ex. “Yo estoy viviendo en un monoambiente, no me da vergüenza decirlo. Que es de Lili, una gran amiga de Sol. Ellos decidieron dónde iba a vivir. En un monoambiente no podés estar con tus hijas”, contó.