En medio del conflicto con la realeza británica, el príncipe Harry se animó a hablar por primera vez de manera pública sobre la tensa situación que vivía en el en el Palacio de Buckingham y dejó entrever que la decisión de apartarse de sus responsabilidades reales no fue suya, sino de la Reina y del círculo que la rodea. "Era un ambiente muy difícil, como creo que mucha gente vio. Era tóxico", resaltó durante una entrevista en The Late Late Show con James Corden.
Días atrás, Harry y Meghan Markle habían emitido un comunicado en el que confirmaban que vivirán "una vida de servicio” fuera de las obligaciones reales: “El servicio es universal”. Esta frase no fue tomada con agrado por parte de Su Majestad, la reina Isabell II, y el resto de la familia. Sin ir más lejos, sostienen que la actitud del duque y la duquesa de Sussex fue desafiante en el modo y las formas en la que comunicaron que continuarán participando de proyectos benéficos por su cuenta.
En el segundo piso de un autobús que viajaba por Los Ángeles -donde el duque y la duquesa de Sussex viven junto a su hijo Archie desde hace un año- y respetando la distancia social, el príncipe Harry afirmó que su vida en Estados Unidos será una versión "menor de lo que hacíamos en el Reino Unido, pero mi vida siempre será de servicio público", frase que había despertado la cólera de su hermano William.
De hecho, William siente que los duques de Sussex elevaron la tensión innecesariamente sobre la casa real y que "desafiaron" a la reina. El Duque de Cambridge sostuvo que la declaración de Sussex era “petulante e insultante para la Reina” y se quedó “realmente triste y genuinamente conmocionado” y está “muy molesto por lo que ha sucedido”. Además, no puede creer cómo se atrevieron a argumentar que “el servicio es universal”.
Según contó Harry, su esposa Meghan se "comprometió" a que el servicio sea "público" y aclaró que los disfrutan de eso. "Disfrutamos de hacer eso, de tratar de traer algo de compasión y, tú sabes, tratar de hacer feliz a la gente e intentar cambiar el mundo de cierta forma. Nunca me fui, nunca me fui. Fue dar un paso atrás en lugar de un retiro. Era un ambiente muy difícil, como creo que mucha gente vio. La prensa estaba destruyendo mi salud mental", contó.
Y siguió, con duros reclamos a la corona británica: "Era tóxico, así que hice lo que cualquier marido y cualquier padre haría... necesito sacar a mi familia de aquí. Pero nunca me retiré. Y en cuanto a lo que a mí concierne, cualquiera sea la decisión hecha de aquel lado, nunca me retiraré. Siempre estaré contribuyendo, pero mi vida es el servicio público donde sea que esté en el mundo, será siempre lo mismo”.
La semana pasada se anunció que los nombramientos militares honorarios como los patrocinios reales del príncipe Harry y Meghan Markle serán devueltos a la reina Isabell II y redistribuidos entre los miembros activos de la familia real británica.En otro tramo del programa, Corden realizó una videollamada con Meghan y trató de convencerla de comprar la mansión donde se rodó la serie The Fresh Prince of Bel Air, protagonizada por Will Smith.
Según el conductor, es allí donde "deberían vivir" los duques. "Te pondré en contacto con sus dueños”, le dijo Corden. Más tarde. Harry reveló cuándo se dio cuenta que Meghan era la "indicada" para él y contó cuáles fueron las primeras palabras de su hijo Archie. "La primera palabra que pronunció fue cocodrilo. Mi abuela nos preguntó qué querría Archie para Navidad, y él dijo que una waflera, y ella le envió una waflera para Archie", dijo.
Y siguió: "Así que en los desayunos Meg prepara una hermosa mezcla orgánica y la coloca en la waflera, la da vuelta, y Archie lo ama. En la segunda cita con Meghan comencé a pensar... 'wow, esto es muy especial...'. Todas las citas se volvieron o cenas o mirar televisión o charlar en casa. Pasamos muchísimo tiempo solo nosotros dos en lugar de ir a casas de amigos o comer afuera donde hubiera otras distracciones. No había distracciones”.
El último domingo se conoció que la multimillonaria presentadora de programas de entrevistas Oprah Winfrey pasó dos días con los Sussex grabando su entrevista. Según trascendió, viajó a California en su jet privado de 70 millones de dólares y estuvo con la pareja horas antes de que hicieran su declaración el viernes. Segú trascendió, la entrevista, que se emitirá el 7 de marzo, será “oro puro”. Claro está, esto no cayó nada bien en el Palacio de Buckingham.
El próximo programa de 90 minutos, llamado Oprah con Meghan y Harry, está siendo supervisado por Harpo, la propia compañía de producción de Winfrey. Se emitirá el 7 de marzo y el anuncio de CBS subrayó que se verá a la mítica conductora hablar con la pareja sobre “todo, desde comenzar a vivir como miembro de la realeza, matrimonio, maternidad, trabajo filantrópico, hasta cómo está manejando la vida bajo una intensa presión pública”.
La entrevista terminó de quebrar a la familia real, de acuerdo a diversos analistas ingleses. Harry será despojado de sus tres títulos militares honorarios restantes, y quizás sus patrocinios con la Rugby Football Union, la Rugby Football League y la London Marathon. Markle, mientras tanto, tendrá que renunciar a su papel de mecenas del Teatro Nacional de Londres, un cargo que recibió en 2019.