Este viernes 21 de febrero se cumplirían los 91 años de Roberto Gómez Bolaños, uno de los comediantes y humoristas más célebres de la historia.
Durante su larga vida (el actor murió a sus 85 años el 28 de noviembre del 2014), tuvo seis hijos con su primera esposa, aunque nunca quiso ser padre junto Florinda Meza, su segunda mujer y compañera en el Chavo del ocho.
Mejor conocido por la gente como Chespirito, su apodo artístico, Gómez Bolaños fue el creador e intérprete de exitosos personajes que marcaron a varias generaciones con su humor y enseñanzas, como “El Chavo del Ocho” y “El Chapulín Colorado”.
A pesar de que su “primera obra maestra” fue el Chapulín Colorado en 1970, el niño huérfano de la vecindad interpretado por el mismo Chespirito se robó el corazón de propios y extraños, aunque fue criticado en sus comienzos por algunos medios como “vulgar”, “insulso”, y “no recomendable” para chicos. Sin embargo, la serie resultó ser todo un éxito y desde 1971 se ha retransmitido constantemente en diversos países.
En el 2012, la revista Forbes detalló que la serie “el Chavo del 8” le brindó a Televisa ganancias por US$1.700 millones desde que se dejó de filmar en 1992. De este número, US$1.500 millones provienen de canales de televisión abierta y los restantes US$200 mil, de empresas de cable.
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Cada episodio de media hora generó US$1,3 millones. Esta gran suma de dinero se debe a que la serie fue retransmitida de manera incesante, provocando que cada día 91 millones de televidentes vean un capítulo de El Chavo del 8 en América, principalmente en los Estados Unidos y en Brasil.Sin embargo, no todo fue dinero en la vida del actor. En el año 1972, Bolaños y Florinda Meza empezaron a cruzar miradas, a pesar de que "El Chavo" estaba casado y era padre de seis hijos.
“Él tenía un gran bagaje, una esposa y seis hijos. Le dije: 'Puedo entender que no te puedas divorciar inmediatamente. Sé que es un riesgo muy grande. Pero yo no quiero ser una más de tus mujeres, yo quiero ser la mujer: la única. A la más mínima infidelidad, no sabrás nunca más de mí. Y me lo cumplió hasta el último día”, contó la actriz.
El Chavo la tomó en serio. Después de una década de amor oculto, el productor televisivo se separó en 1989 de Graciela Fernández y oficializó su relación con su entonces compañera de elenco. “No soy una roba maridos. Él tenía problemas con su matrimonio y era bien conocido por sus infidelidades. Después fuimos felices durante 40 años”, justificó Florinda.
Aunque la convivencia se dio de inmediato, la aceptación de los hijos del mexicano fue lenta. “No fue nada fácil. Pobrecito él debió haberme amado mucho, porque le dolía muchísimo. Lo veía sufrir y no podía hacer nada. No pretendía que me quisieran, simplemente que me aceptaran como una realidad y que me respetaran. Creo que me los gané, los quiero mucho. ¿Cómo no quererlos si son la genética del hombre que amo?”, cuestionó.
A pesar de que el amor que mantuvieron fue muy grande, fruto de esa relación no nació ningún hijo. Según contó la propia "Doña Florinda", su marido no quiso tener más niños en su segundo matrimonio.
“Cuando Roberto y yo nos unimos formalmente, como Dios manda, él ya estaba vasectomizado. Dos años después le hablé de regresar la vasectomía porque me enteré de que era posible revertirlo. Pero su respuesta fue no. Siempre fui maternal, pero no ocurrió. Nadie me obligó y lo acepté. Me uní a él”, reveló la actriz al ciclo mexicano Ventaneando.
Como no pudo ser madre, la actriz sí se dedicó a cuidar a los hijos de su esposo, y el hecho de haber podido vivir esa experiencia fue muy importante para ella, y por eso se lo agradeció siempre a la ex mujer de Gómez Bolaños, Graciela Fernández.
"Ella me dijo algo muy bonito una vez, que me daba las gracias por lo que yo me había ocupado de sus hijos. Y le dije que yo le daba las gracias por haberme prestado a sus hijos, los que yo no había tenido”. reveló.