A mediados de julio, Fernando Burlando tuvo una “llamativa” forma de proponerle casamiento a su novia, la modelo Barby Franco, la cual no tardó en convertirse en viral: fingió un infarto, su posterior muerte y cuando su pareja parecía estar desconsolada “resucitó” y le pidió su mano.
La propuesta se convirtió en noticia, pero su desenlace no fue del todo feliz. A poco más de dos meses de aquella propuesta, el mediático abogado cambió de opinión y decidió cancelar el casamiento previsto para marzo del año que viene. “Hay una pequeña suspensión. Una mala praxis de Barbarita nos llevó a tomar la decisión de suspenderlo”, contó el letrado.
Triste y, una vez más, decepcionada, la ex azafata de Guido Kaczka lamentó la decisión de su pareja a través de las redes sociales y, minutos más tarde, decidió sortear su vestido de novia entre sus seguidores. “¡Ya que no me caso voy a sortear mi vestido de novia! ¡Estén atentos/as!”, escribió Barby en su cuenta de Instagram, resignada. Además, furiosa con su pareja, posteó: "¡Humilladísima!".
Lo cierto es que si bien no habrá boda, la fiesta se llevará a cabo de todos modos por decisión de Burlando. “El almuerzo y la cena para esa fecha, más allá de todo, está garantizada. He recibido muchas críticas porque muchos habían comprado un traje de verano o invierno de color blanco, azul, negro y estoy presionado por mis amigos”, explicó.
Esta nueva suspensión de la boda se debe a una supuesto enojo de Burlando para con Barby. "Hizo unos comentarios poco felices en los medios. Barby expone mucho nuestra vida en los medios y cuando ya son temas laborales, sí. Pero no lo digo mal. Ella tiene su autonomía y puede pensar lo que quiera, es lo más sano opinar libremente, pero hizo un comentario que me disgustó mucho y me enojé”, había contado el abogado.