Soledad Aquino, la primera esposa de Marcelo Tinelli, tuvo que ser internada de urgencia en el Sanatorio de la Trinidad, en Palermo, a principios de marzo, luego de sentir una serie de dolores abdominales. La mujer de 60 años, madre de Micaela y Candelaria Tinelli, estuvo en terapia intensiva durante más de dos meses, luego de que los estudios detectaran que había sufrido una "hemorragia digestiva".
Durante ese tiempo, la ex mujer del conductor contrajo coronavirus dentro del sanatorio y su cuadro de salud por la hemorragia digestiva y úlcera de duodeno se agravó a tal punto que actualmente necesita ser sometida a un trasplante de hígado para mejorar su condición de vida.
Si bien el cuerpo médico venía analizando la idea del trasplante desde hace algunas semanas, esta intervención no resulta nada sencilla de concretar debido a que Aquino se encuentra debilitada debido a la enfermedad que transita y es paciente de riesgo, no sólo por su edad (tiene 60 años), sino porque padece cirrosis por alcoholismo. Por estos motivos, no responde a los criterios necesarios para entrar en lista de espera del INCUCAI.
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Sin embargo, la felicidad invadió a la familia Tinelli cuando la semana pasada, fue dada de alta y trasladada a un centro especializado donde continuaron su tratamiento, a la espera de poder recibir un trasplante de hígado. "Sole está atravesando un proceso fuera ya de terapia (intensiva), uno que llegó por una situación de complicación de una úlcera y un problema digestivo que terminó con uno hepático también", había explicado Tinelli.
Pero la alegría duró poco, ya que el miércoles Aquino tuvo que ser nuevamente trasladada al Sanatorio de la Trinidad de Palermo. “Le habían dado el alta hace más o menos 15 días a Sole, a la espera de un trasplante. La llevaron a un centro, pero en ese centro no se sentían cómodas porque les pedían fotos a las chicas y a Sole. Así que la tuvieron que cambiar”, contó Yanina Latorre, luego de hablar con Cande y Mica Tinelli.
Si bien se encuentra estable, la panelista de LAM resaltó que Aquino volvió a ser internada en La Trinidad. "Marcelo me dijo que no fue de urgencia. Al estar a la espera del trasplante tiene un montón de estudios que se le van haciendo todo el tiempo. Entonces cada vez que le hacen alguno la tienen que internar. Están a la espera del trasplante, que puede tardar tres o cuatro meses”, detalló.
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Sus hijas, Micaela y Cande, fueron las primeras en ofrecerse como voluntarias, pero no pueden ser las donantes de su madre. Según explicó la propia Lelé en las redes sociales, los médicos les explicaron que Aquino necesita el hígado completo, de una persona fallecida. En su caso es imposible trasladar solo una parte del órgano de un donante vivo, ya que -sumado a que este procedimiento se utiliza mayormente en niños- su salud está bastante deteriorada.
En 2014, Aquino también había sido noticia tras sufrir un cuadro grave de celulitis: se le había infectado el tejido muscular. “No está internada por ningún tratamiento estético como se dijo. El problema es una enfermedad conocida como celulitis, aprovecho para clarificarlo. Muchas veces las mujeres decimos 'tengo celulitis' y es un pocito. Pero la celulitis es otra cosa", había explicado Evelyn Scheidl, una de sus amigas.
Aquino fue la primera esposa de Tinelli, actualmente en pareja de Guillermina Valdés. Con ella tuvo a sus hijas mayores, Micaela y Candelaria, y su matrimonio se extendió entre 1986 y 1993. Al separarse, Aquino se alejó del plano mediático y se quedó con una propiedad ubicada en el barrio de Núñez, como parte de la división de bienes. A pesar de la ruptura, ambos mantienen una relación cordial luego de 30 años.