27 Octubre de 2016 15:36
Sabido es que Al Pacino es una de las figuras más reconocidas de Hollywood, pero nada hacía prever que su llegada por primera vez a nuestro país provocaría una verdadera “Pacinomanía” digna de las estrellas del rock.
Apenas bajó del vuelo 953 de American Airlines y pisó el hall del Aeropuerto Ministro Pistarini, se generó un verdadero enjambre de periodistas alrededor del artista, quien llegó acompañado por su mujer, la argentina Lucila Polak.
Apenas pisó el hall de Ezezia, se generó una revolución alrededor del artista.
Si bien el ganador del Oscar al Mejor Actor por su actuación en “Perfume de Mujer” no hizo declaraciones a la prensa, se mostró sonriente en todo momento y saludó con su mano a todos los presentes.
La caótica llegada del protagonista de “El Padrino”, “Scarface”, “Tarde de perros” y “Sérpico”, entre otros recordados films, estuvo cerca de ser peor, ya que según trascendió alguien habría intentado quedarse con su equipaje por error.
Pacino no respondió preguntas a la prensa, pero nunca dejó de sonreír.
Sin embargo, afortunadamente para él y su pareja todo quedó en una anécdota, y hasta se dio el gusto de degustar una clásica medialuna porteña en el sector VIP de Ezeiza por recomendación de su novia.
Vale recordar que Pacino estará presentando el viernes y sábado próximo su unipersonal “An evening with Pacino” en el Teatro Colón, y mantendrá un exclusivo “Meet & Greet” en el Salón Dorado de la histórica sala para un grupo de privilegiados que pagaron cerca de 11 mil pesos para tener un mano a mano con él.
El actor presentará mañana y pasado su unipersonal en el Teatro Colón.
Claro que el actor también se hará un lugar para acompañar a su pareja durante la presentación de “Resentimental”, el film que protagoniza junto a Brenda Gandini -con quien tiene jugadas escenas eróticas-, Alejandro Awada, Belén Chavanne, Diego Ramos y Fabiana García Lago.
El artista acompañará a su novia, Lucila Polak, en la presentación de "Resentimental", su nuevo film.
Según adelantó Polak, su deseo es que el artista pueda conocer en los pocos días que estará en Buenos Aires algunas de las cosas y lugares más tradicionales de nuestra cultura.
Sin embargo, a juzgar por la “Pacinomanía” desatada en Ezeiza, se hace difícil imagirlo caminando tranquilo por “Caminito”, San Telmo o Recoleta como suele hacerlo por las calles de Los Ángeles o Nueva York.