31 Mayo de 2016 13:53
La modelo Karina Jelinek tiene vuelo propio y su firma es su escultural figura (además de sus múltiples furcios y metidas de pata). Pero es indiscutible que su matrimonio con el valijero Leonardo Fariña, el ahora “arrepentido” en la causa que investiga el lavado de dinero en la Ruta del Dinero K, ocupa un lugar demasiado importante en su vida.
Es que el fantasma de Fariña sigue persiguiendo a la morocha al día de hoy, aunque sus matrimonio de dos años se haya disuelto hace rato. Sobre todo ahora, con el ingreso de Macarena Pérez, una ex pareja del valijero, a la casa de Gran Hermano 2016.
Macarena Peérez, ahora en GH2016, junto a Leo Fariña, cuando aún no era el "arrepentido" de la causa de la Ruta del Dinero K
Y Jelinek se refirió a la nueva mediática con la que compartió hombre: “Yo no tengo por qué opinar de ella, fue la ex. Si me parece una chica muy linda, alta, elegante”, reconoció Karina aunque enseguida remató: “Para entrar en un reality así, donde filman toda tu intimidad, es porque querés ser famoso sea como sea y cueste como cueste. Yo no comparto con eso”.
Macarena Pérez, la ex de Fariña en la casa de Gran Hermano
Jelinek habló además sobre las consecuencias que le trajo su casamiento con Fariña y las múltiples amante con las que el hombre del rodete la engañó: “Hubo mucha gente que se abusó de la situación, como chicas con las que él había salido cuando estaba conmigo. En su momento fue una humillación para mi eso de que las amantes de tu ex se paseen por la tele. Es resolver una herida con un cuchillo”, se lamentó.
Su presente con Fariña
Karina informó que no tiene relación con su ex marido y que tampoco está interesada en tenerla. Sin embargo, lo felicitó por colaborar con la Justicia: “Está muy bien lo que está haciendo, ayudando a la Justicia. No puedo creer todo lo que había detrás de eso”, le reconoció.
Jelinek y Fariña estuvieron sólo 28 meses casada.
A pesar de todo, Jelinek no se desligó del tema y no optó por hacerse la desestendida como otras veces: “No voy a hacerme la santita y decir '¡Ay! ¿Por qué me casé?'. Yo lo elegí y yo me equivoqué. Estuve dos años nomás y me sirvió de lección y cada hombre que viene conmigo a mi lado lo examino con una lupa de pie a cabeza”, concluyó.