Alimentar a su artista, sin importar el espacio que la convoque, es el único mandamiento al que Jessica Abouchain, parte del elenco de la segunda temporada de “Argentina, Tierra de Amor y Venganza” y figura teatral de “Inmaduros”, responde. “Me gusta ocupar lugares donde pueda desarrollar un hecho artístico”, repite con la certeza de conocerse más que nadie y traspasando, incluso, su experiencia a las nuevas generaciones. “Si tengo tiempo, me gusta dar seminarios. Ahora di uno en Rosario que vinieron un montón de chicos”, dice la intérprete, con sobrado historial en teatro musical y una nueva ventana que la acerca todavía más a la gente: su papel en la ficción de época de eltrece, centrado en el universo de la revista porteña.
“Me gusta leer lo que me escriben o la gente que me cruzo en la calle y me dice: te veo todas las noches, porque estás en su casa”, cuenta a BigBang en un parate XL de la gira teatral con Adrián Suar y Diego Peretti.
-¿Coincide el feedback de las redes con la calle?
-Creo que tiene más feedback las redes. El otro día leí un artículo sobre el rating del que no se habla, el cambio de paradigma respecto a la tele de aire. Los pibes ahora miran mucho On Demand y tengo conocidos que ven 5 capítulos seguidos los sábados por Youtube. Ahora la gente dispone de su tiempo de otra forma, pero la recepción es la misma. Todos los días entro a Twitter y tengo mensajes sobre “Leti”.
-En la misma red social se generó una disconformidad de colegas tuyos por el recorte de escenas. ¿Cómo te tomó a vos?
-Hace más de 15 años trabajo y sé que hay una segunda parte que no depende de uno. Hace 3 años que estoy en un teatro lleno con Inmaduros y estuve en obras que duraron 6 meses. Obviamente uno quiere ver su trabajo completo, pero yo que estoy de gira con Adrián (Suar) sé que aman el producto y pusieron toda la expectativa. Confío en las decisiones que toma la gente que cumple ese rol y me parece bien que cada uno exprese lo que le pasa. Lo que no me gusta es cuando se arman cosas muy mediáticas.
-En la pista de Marcelo Tinelli, habrás tenido que acomodarte a esas reglas...
-Sí, 3 años en “Showmatch” y un “Cantando”. Tengo la mejor con ellos, pero es verdad que me gusta estar en espacios donde pueda desarrollar un hecho artístico. Siempre me mantuve al margen de los quilombos, aunque tengo mi carácter y mis convicciones, pero no me gusta el barro. Cuando fui partenaire de Baclini (Martín) me divertí, pero en cuanto se quería armar algo yo salgo corriendo. Además no me gusta que me metan en algo que es mentira.
Hoy disfruto la novela que hicimos y siempre me interesé por los 80. Miré mucho a Moria (Casán), que me parece la más icónica, pero las investigué a todas: a la Salomón, a “La Lechuguita” Zulma Faiad, que mi viejo dice que Leti tiene un aire.
-¿Vos tenes algo de femme fatale?
-Podría ser el envase, lo que a priori ven de mí. Pero lo supe llevar y amigarme. También estoy pudiendo mostrar otros colores y matices, como artista y persona. Respecto al machismo de la época que se ve en ATAV, era así en todos los ámbitos y está bueno reflejarlo para también ver dónde estamos parados hoy.
-¿Identificás situaciones incómodas que, recapitulando para atrás, padeciste en tu recorrido artístico?
-No sé si por cómo fui criada. Vengo de una familia unida que nos han pasado cosas difíciles. Mi hermano se enfermó cuando era muy chiquita. Creo que eso forjó en mí una personalidad bastante guerrera. Nunca tuve una situación de abuso, pero sí obviamente de abuso de poder como hemos tenido todas, creo. De decir hoy: mirá cómo me estaban manipulando. Pero en cuanto me sentí incómoda, puse los puntos. Siempre fui frontal y para nada sumisa.
-¿Esa personalidad es de hermana mayor?
-No, soy la del medio por más que a veces hago ese rol. Mi hermano se enfermó a los 3 años, cuando yo tenía un año y medio. Tuvo un ACV y en los años 80 y pico no se sabía tanto del tema. Tiene una discapacidad, pero está bien y ahora lo hablo más porque me siento más responsable de llevar adelante esa causa, que siempre la llevé en lo personal luchando, en todos los ámbitos, por la inclusión.
-¿Suar es más exigente como cabeza de producción o colega?
-Adrián es exigente en todo, pero súper divertido. Es muy claro para darte directivas, pero confía en los demás. Es aprender cosas nuevas cada función y además tiene mucha data, es muy generoso.
-Y en esta época, que te toca estar afuera de casa por la gira. ¿Tu pareja, también actor (Roberto Peloni), entiende mejor que nadie esas ausencias?
-Sí, somos muy compañeros con Rober. Sabemos lo sueños y miedos de cada uno. Yo soy más de extrañar, pero viene bien también. Él se queda en casa con los animales y están todos cuidados.
-¿Existe el choque de egos por compartir la profesión o es un prejuicio?
-No nos pasa, pero sí lo he escuchado y sí, le tenía un poco de miedo a eso. De hecho, cuando empezamos a estar juntos estábamos trabajando.
-¿Dónde queda la vara después de hacer reír a Messi, el año pasado, en la platea de El Nacional?
-Cada tanto me lo repito como un estímulo. Me digo: hice reír a Messi y no es cosa de todos los días.
-¿Pudiste saludarlo? ¿Te dijo algo?
-Sí, me felicitó y dijo que lo hice reír. Es muy amable. La primera persona que recibió mi foto con él fue Tomás, mi hermano más chico y mi viejo, locos por Messi.
-¿Ellos están en primera fila siempre, pero en tu vida?
-Sí y mis maestros, que me emociona verlos porque se me hace como un álbum de fotos hacia atrás, desde que empecé a estudiar. Dice Ricky Pashkus: de la vocación no se puede escapar. Sí con momentos de frustración, porque me banqué sola y si venís de una familia de laburantes, se hace cuesta arriba. Pero nunca me vi haciendo otra cosa, no podría.
-¿Hay algo que hagas muy bien y no lo hayas monetizado?
-Siempre fui muy estudiosa, empecé la carrera de Relaciones Laborales en la UBA porque era muy nerd, abanderada. Muy buena con los números y estudié toda la vida inglés. Si tuviese el tiempo, volvería a estudiar otra carrera relacionada. Pero duermo 8 horas... que el cuerpo me pide.
-¿Qué más te pide el cuerpo?
-Mirá, estoy que se me sale el cuerpo con la necesidad de volver al teatro Musical, lo necesita mi cuerpo. Cantar, bailar y actuar.
-¿Siempre se vuelve al primer amor?
-Sí, igual me encanta lo que pasó con ATAV 2 y me gustaría hacer otra tira. O cine. También estoy escribiendo algo con un amigo. Pero la primera necesidad es reconectar con mi intérprete del teatro musical.