'¿Quién escribe la historia?', pregunta una y otra vez Helena de Esparta o de Troya o simplemente Helena. Es el personaje de la obra del español Miguel del Argo, dirigida por Corina Fiorillo e interpretada por Paula Ransenberg.
Es una búsqueda de reivindicación de la historia de Helena de Troya, una de las mujeres más importantes de la mitología griega. Una mujer condenada a la eternidad, que suplica a la humanidad que olvide su historia tal como se la conoció. Pero hasta ahora... En cada función, el público será el jurado de un juicio intenso que a la vez los interpelará.
Paula Ransenberg es Helena.
Ransenberg despliegue distintos colores actorales durante 60 minutos y por toda la sala en Timbre 4. Con un gran discurso y desparpajo de bataclana, logra repasar la otra versión de la acusación que recibe el personaje: ser la responsable de desencadenar la guerra más feroz de todos los tiempos, la de Troya.
Helena repasa la historia, la revisa y logra mirar el presente con ojos del pasado. La búsqueda del relato apunta al mismo reclamo feminista. En otras palabras, ver la obra es estar cerca de Helena, hija de Zeus, admirada y codiciada por cuanto hombre la conociera por su belleza. Ponerse sus zapatos e intentar derribar el patriarcado para conseguir lo que el personaje exige, es decir, justicia y reparación.
¿Quién escribe la historia?
El relato en primera persona sobre el sufrimiento de una víctima retumba en cada espectador sin incomodarlo pero dejándolo pensar.
El texto es potente y con un tono humorístico bizarro bien limitado, se disfruta sin perder la gracia de una parodia y, a la vez, sin minimizar la fuerza del contenido del mensaje.
"La obra hace equilibrio en el personaje de Helena que tiene algo de sobreviviente y a la vez de buscadora de reparación. Tiene que ver con todo lo que estamos viviendo en este momento. Es un texto muy actual que función a función va cambiando la respuesta del público porque la coyuntura también le suma otro tono a cada parte de la historia", asegura Ransenberg en diálogo con BigBang.
Para los que no conocen la historia, Zeus, metamorfoseado en un cisne, sedujo a Leda y mantuvo intimidad con ella la misma noche que Tindáreo, esposo de Leda y rey de Esparta. Como consecuencia de ello, Leda puso dos huevos; de uno nacieron Helena y Pólux, ambos inmortales (considerados hijos de Zeus), y del otro Clitemnestra y Cástor, mortales (considerados hijos de Tindáreo).Aquí también la obra reflexiona sobre la religión y las creencias. Lo que para el catolicismo es una ángel que anuncia la llegada de Jesús a una virgen joven, en la mitología Zeus es un cisne y sus hijos nacen de huevos.
Helena fue reconocida por su belleza desde que era una niña. Un día, mientras participaba danzando en un sacrificio en el santuario de Artemisa Ortia de Esparta, fue sorprendida y raptada por el héroe ateniense Teseo en compañía de su amigo Pirítoo. Helena y Teseo tuvieron como hija a Ifigenia, pero que, cuando Helena fue liberada por sus hermanos, ella decidió entregar su hija a su hermana Clitemnestra, que ya estaba casada con Agamenón. Pero su gran amor fue Menelao, con quien tuvo otra hija. Así, resumidamente lo cuenta la historia. Helena tenía 9 años cuando abusaron de ella, la embarazaron y obligaron a parir. Cosificada y nuevamente abusada por otros hombres. Y la historia sigue, pero sin responderse la pregunta sobre quién la escribe.
Al respecto, Ransenberg asegura que el texto le dispara imágenes y eso mismo genera en el espectador. "Todo el tiempo vienen imágenes de noticias, abusos, violación. Tiene muchas cosas de la historia que las tenemos como dentro de una vidriera, como que la conocemos de otro lado. Cuando te acercas y empezas a verlo y tratamos de salir de ahi, del dolor, para tragarlo para sobrevivir y acercarnos a la verdad, ya no hay otro camino. Es el camino que hace Helena queriendo repasar su cicatriz", afirmó.
SER MUJER EN TIEMPOS DE FEMINISMO
"Cuando empezamos a ensayar y leí el texto, sentí que como actriz es un privilegio poder encargar un personaje tan desafiante y comprometido. Es mi forma de colaborar a la lucha, como también al final salgo con mi pañuelo verde -aclara-. Es lo que estamos llevando adelante como mujeres entre tantas mujeres", suma mientras repasa que está encantada con la propuesta estética, en la que puede observar un caballo de Troya con flecos dorados al mejor estilo carnavalero, como si formara parte de una comparsa.
Pese al marcado perfil feminista del libreto, cada línea interpela a hombres y mujeres. "La obra tiene esta cosa que interpela a todos, mujeres, hombres y el lugar que tenemos las mujeres hacia las mujeres es clave. En un momento el personaje sufre como se le tiran encima otras mujeres, y el patriarcado encarnado en las mujeres es el peor de todos".
La obra se realiza los viernes a las 20:30hs y se mantendrá durante todo el año en la misma sala. "Es un momento en el que los artistas debemos contar lo que queremos contar y decir lo que queremos decir. De reflejar las voces sociales. Estamos en crisis, si. No hay trabajo pero sigo haciendo lo que quiero y diciendo lo que quiero decir. Para eso es necesario encontrarse con uno mismo y esta obra la defino como un un canal de expresión y lucha", remarcó.
Para finalizar, Ransenberg relaciona los sufrimientos de Helena con los de cualquier simple mujer mortal citando sus partes más recordadas de su discurso. "Helena dice 'Me idolatraron como si fuese su diosa porque soy la mujer más linda del mundo y soy suya, suya, suya', mientras señalo a cada espectador. En ese momento noto las caras de sorpresa. Ese momento me conecta con la soledad de Helena y la de cualquier victima y del abuso y que con ella hacen lo que quieren", finalizó.
No te reprimas la curiosidad. Andá al teatro.
Juicio a una zorra
Viernes 20:30hs