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Julio, el otro Burlando: quién es el hermano mayor de Fernando

El hermano del mediático abogado asegura que son muy unidos, que admira la energía de Fernando y que no entiende cómo hace para bailar tanto a “su edad”. Con un humor particular, revela cómo es ser el “otro Burlando” de la familia.

30 Julio de 2015 07:34
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El “mundo Burlando” es inagotable. Fernando Burlando es un abogado superó su profesión para meterse en los medios y lucirse con sus shows en el que su “clan” forma parte de la diversión. Ya saltó a la fama su mamá Marila, que es la protagonista de sus previas en la pista del Bailando. BigBang te contó el pasado de su novia, quién vivía en un barrio humilde. Pero hay una pieza fundamental en el mundo de Burlando y ese es “el otro Burlando”, su hermano.

Los hermanos sean unidos.

Los parecidos y las diferencias entre ellos son los mismos que inspiraron a los creadores de la película de los ochenta, Gemelos, con Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito.  

Fernando Burlando tiene 50 años, vive en las Cañitas junto con su novia, es abogado, prioriza siempre verse bien. Practica todo tipo de deportes; fútbol, tennis, entre otros; ensaya distintos ritmos de bailes, y no se pierde ningún evento social. Julio tiene 53, prefiere no definir su situación sentimental, tiene dos hijos y hace deporte los fines de semana.

Según él no puede hacer más de una actividad por día y sólo se dedica a trabajar. También es abogado pero se concentra en casos vinculados a lo laboral, a diferencia de su hermano que es penalista. “Es mi hermano, una parte mía y además colegas. Es perfecto nuestro vínculo. Hablamos todo el tiempo, por día nos llamamos varias veces. Somos muy unidos y lo admiro porque no tiene límites de nada. Hace lo que quiere y me encata”, dice en conversación con BigBang rápido, de corrido, con euforia.   

Los Burlando y los “Gemelos”.

“Siempre aparece con alguna ocurrencia. Lo apoyo en todo lo que hace porque se que sabe lo que elige. Me encanta que quiera bailar y hacer de todo, pero a su edad no sé cómo tiene tanta enegía. No entiendo cómo se mueve tanto y creo que lo hace muy bien”, dice Julio, quien espera que Fernando llegue a la final. 

“Lo apoyé cuando quiso meterse en la política también. Creo que si quería hacer algo bueno por los demás es genial, pero a lo único que me opuse es a su intento de meterse en el mundo de la dirigencia en el fútbol. Me contó que se postularía como presidente del club Estudiantes y le dije que no lo haga. Era exponerse demasiado a la opinión pública y más por el perfil que tiene Fernando. Maneja autos valiosos, es mediático, tiene una vida muy pública y seguro se lo hubiera juzgado a él y a la procedencia del dinero con el que se compraría sus cosas y lo acusarían de chorro, y por suerte me escuchó y no lo hizo”, suma Julio. 

Vivió un tiempo en el Hotel Faena.

Julio tiene dos hijos, de 23 y 21 años. La mayor se acaba de recibir de abogada, siendo la tercera camada de letrados en la familia. El menor también estudia leyes pero según su padre “le gusta más jugar al rugby que agarrar los libros”.

“Mi hijo es como Fernando, se preocupa siempre por verse bien, es fachero. Eso a mi no me gusta. Si me ponés un plato de pastas sobre la mesa me lo devoro sin culpa, es es felicidad. Se ven muy bien y me encantaría estar igual pero es mucho sacrificio”, afirma con humor y no es para menos.

Como el resto de la familia, Julio es de organizar comidas, encuentros con amigos y actividades grupales para que prevalezca la diversión. “Somos todos alegres, y con Fernando siempre hay bromas. Él es de animar los eventos y hacemos un buen dúo”. cuenta. 

Los Burlando.

Entre algunos de sus recuerdos, Julio comenta que de jóvenes siempre peleaban cuando jugaban a la pelota. “Fernando es honesto en todo, pero es muy sucio y tramposo para jugar a la pelota. Más de una vez terminamos a las trompadas”, recuerda e incluso dice que en su juventud también peleaban a golpes de puño por los problemas que le traía compartir el auto. “Nos peleamos a pura piña y mi mamá incluso nos tenía que separar a los fustazos”, cuenta a pura risa.

Fernando, Julio y Julio (h) con el primer auto que compartieron.

Julio es amante de la fotografía, a todos lados va con su cámara profesional. “Me apasiona sacar fotos, me gusta mucho y por eso soy el que tiene muchos recuerdos de cada encuentro o situación familiar”, dice. Y en su Facebook pueden encontrarse todo tipo de imágenes, incluso una de él en “paños menores”, tal como la define.

Julio en “paños menores”.

Por último, Julio remarcar su amor por hermano y su orgullo por verlo en un “buen momento”. “Lo veo bien, contenido, haciendo como siempre todo lo que le gusta, es imparable. No tiene límites y creo que llega a la final del bailando por su esfuerzo y perseverancia”, dice con ganas de celebrar el triunfo de su hermano.