21 Agosto de 2017 15:42
A pesar de que la pareja fue y volvió muchas veces, Luciana Salazar y Martín Redrado siempre son noticia por su historia de amor, que semanas atrás tuvo un giro inesperado: la llegada de la cigüeña a la vida de la rubia. A principios de julio, el economista había anunciado su separación de Luli Pop, pese a que ella no estuvo muy de acuerdo con la idea.
Tan solo una semana después, la modelo anunció con bombos y platillos que se convertirá en mamá a mediados de diciembre. Salazar había comenzado un tratamiento de vitrificación de óvulos por motivos propios y en soledad el 20 de julio del año pasado en Miami.
Según adelantó hace un mes el médico de la rubia, ella eligió que su primera hija, a quien llamará Matilda, sea el fruto de una subrogación de vientre y un donante anónimo a causa de que Luciana padece una trombofilia. Esto despertó un debate que sigue hasta el día de hoy.
A partir de ahí, el rol de Redrado fue tomando cada vez más protagonismo. Y es que a pesar de no estar más en pareja, el economista admitió que le hubiera gustado "tener más tiempo" para poder ser padre junto a Luciana. "Uno no pone fechas porque hay circunstancias que marcan distintos tipos de prioridades", explicó.
Esto, de alguna manera, fue el puntapié inicial para la reconciliación de la pareja. Según informaron en El diario de Mariana, Luciana y Martín estuvieron juntos el sábado por la noche en un muy exclusivo, y hasta escondido, restaurante de la zona de Pilar. “El lugar tiene solo 20 mesas. Ellos llegaron a las 23.30 y no entraron juntos”, dijo Lucas Bertero.
El panelista del ciclo de El Trece explicó que al lugar llegó primero la modelo y que algunos minutos después llegó Redrado y se sentó en una mesa de la esquina. ”Se comportaban como pareja, tomaron vino, comieron una ensalada con pollo. Estuvieron tomados de la mano mucho tiempo. Lo van a negar porque niegan todo, todo el tiempo”, detalló.
La rubia se compró una casa en Nordelta y una vajilla a tono del hogar.
Días atrás, y tras abandonar su departamento de soltera, la rubia compró una casa en Nordelta y, para darle calidez al hogar, compró vajillas y objetos de decoración a un precio para nada barato. Según afirmó la revista Pronto, Salazar fue al barrio de Belgrano y compró cuchillos, copas de vino y champagne: gastó alrededor de 40 mil pesos.
