por Lorena Guarino
20 Febrero de 2017 17:31
Cumplir cincuenta años transforma a casi cualquiera. Kurt Cobain se resistió a la idea y a los 27 años se voló la cabeza y eternizó ese ser apático, rebelde y genial que sorprendió al mundo de la música a principio de los noventa con la sonoridad del grunge. Hoy cumpliría 50 años.
Cobain le escapó al mundo adulto.
Como quienes buscan una vía de escape a esa adultez que busca diluir cualquier vestigio de juventud, Cobain se escurría de cualquier situación que lo envolviera en la "normalidad"
Su música, la de Nirvana, fue el reflejo de esa búsqueda. Disruptiva y conmovedora desde el pentagrama hasta la lírica, Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic escupieron en la cara de la industria musical de los noventa.
Novoseli, Cobain y Grohl rompieron el esquema de la música en los noventa.
"Come as you are" (Ven tal como eres) le cantaba a una generación que vagaba entre la anhedonia y lo establecido. Pero también se repetía él mismo una y otra vez, y acorde la banda se hacía exitosa sus intentos para correrse del establishment lo colocaron no solo en el medio de las críticas, sino también al borde de la muerte en más de una oportunidad.
Muchos buscaron justificar la personalidad apática de Cobain, como consecuencia de su infancia en Aberdeen, Washington. En esa época el exceso de Ritalin para acabar con la hiperactividad y los sedantes por la noche comenzaban a hacer efecto en el pequeño Kurt.
Desde pequeño, Kurt visitaba el consultorio del psiquiatra.
Su situación se agravó aún más tras el divorcio de sus padres, a los 7 años, y una niñez nómade en la casa de distintos parientes. Rápidamente el niño comenzó a recluirse y crear su propio universo. La música, los libros y los dibujos, fueron sus mayores aliados y los que despertaron su creatividad. Muchas de sus letras, entre las que se encuentra Silver provienen de aquellos tiempos.
A los 14 se hizo de su primera guitarra y comenzó a improvisar con el punk de The Clash. Para el 86 los primeros acordes de Nirvana, por donde pasaron varios bateristas hasta dar definitivamente con Grohl, se hicieron oir. Para 1989 lanzaron Bleach, un disco infructuoso en el momento, pero que tras la consagración de la banda se volvería de culto.
La llegada a la discográfica Geffen Records en 1991, dio origen a Nevermind. El mundo se le pondría a Cobain por primera vez a sus pies. Smell Like Teen Spirits se convertiría en todo un himno adolescente.
La popularidad de la banda crecía, y lejos de disfrutarlo, el enojo de Kurt se hacía cada vez más evidente. Todas las miradas estaban puestas sobre él, contrariamente a lo que él quería. Sin poder manejar toda esa maquinaria de éxito, su adición a la heroína se hizo más profunda.
Ya en 1992 el amor lo sorprendería de la mano de la cantante y guitarrista de Hole, Courtney Love. Juntos no sólo encontraron un camino en común, sino también un escalada en el mundo de las adiciones. En esos tours de encierro y drogas nació Frances Bean Cobain. Para ese entonces lanzaron Incesticide.
En 1992 encontró su par en el amor, la música y las drogas.
Tan sólo un año después llegaría otra gran obra musical, In Utero, donde el sonido de Nirvana se había vuelto sórdido, oscuro, pero no por eso menos brillante. Conceptos tales como enfermedad, resurreción y muerte son una constante en el disco. Kurt, por su parte, seguía sin poder sobrevivir a las mirada y a la gente.
Kurt fue padre de Frances Bean Cobain.
En 1994, Cobain cayó en coma en Roma, tras haber ingerido una dosis masiva del somnífero Roipnol. El cantante padecía desde hacía muchos años una fuerte gastritis, razón por la que preso del dolor ingirió el medicamento en grandes cantidades. Algunos de sus allegados contaron en más de una oportunidad que la típica imagen de Kurt golpeándose la cabeza contra los parlantes durante sus recitales, se relacionaba directamente con el dolor que sufría.
A los 27 años, quien buscaba escapar de cualquier etiqueta pasó a formar parte del "Club de los 27", donde Janis Joplin, Jimi Héndrix, James Dean y Jim Morrison, son socios.
Kurt escapó de un centro de rehabilitación y se pegó un tiro.
El 5 de abril de 1994 Kurt Cobain, quien se había escapado de un centro de rehabilitación tres días antes, se pegó un tiro con una escopeta.
"Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo Rock'n'Roll. Me siento increíblemente culpable", había escrito. "Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño", deslizó en sus últimos lamentos.
