No nos dan un día de paz, y lo sabemos. Desde que estalló el mega escándalo sobre la infidelidad del futbolista Mauro Icardi con la actriz Eugenia “China” Suárez que dejó en el centro de la escena a la empresaria y esposa del delantero, Wanda Nara, todo fue de mal en peor. Durante meses se conocieron chats, situaciones, enojos y hasta repercusiones en el más íntimo seno de la pareja. Lejos de terminar, ahora se sumó un nuevo episodio: un hackeo a la cuenta de Instagram de Wanda.
La persona que, según dice Wanda, ingresó a su cuenta publicó chats de ella con la China y mensajes del futbolista Esequiel Barcos queriendo conocerla; en resumen todo tipo de contenido incendiario. Una vez que recuperó su cuenta, Wanda hizo un descargo en donde explicó cómo se inició el hackeo que sufrió y contó qué cuentas todavía están en manos de otros.
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Además, sostuvo que desde hace tiempo no puede recuperar su cuenta de Twitter. Para poder hablar con sus fanáticos decidió optar por el juego de preguntas y respuestas en donde dio detalles de todo el problema que está teniendo.
“Mis amigas nunca recuperaron sus cuentas de Instagram. Y yo hace bastante que intento recuperar mi Twitter”, explicó Wanda. A su vez reveló que ninguna cuenta suya está anclada a un correo electrónico de ella sino que a la de sus amigos y como ayer era tarde y todos dormían tuvo que esperar.
Todo comenzó ayer cuando comenzó a responder sin filtro a los comentarios de una foto suya junto al delantero. "Ese gato de la China solo sabe acostarse con casados. ¡Mauro no es tonto, por eso le contó a Wanda y la dejó la China como lo que es, un gato regalado!", "en París se sacó la bombachita y a su casa se volvió solita", "Icardi ama mi cuerpo en su cama", fueron algunos de los comentarios subidos de tono que aparecieron en la imagen.
Paralelamente, en sus historias también hubo perlitas. Por ejemplo, charlas privadas con la China en tiempos en los que aún reinaba la paz entre ambas. En ellas, la actriz elogiaba a la hija de Wanda y a la misma empresaria, y se generaban intercambios cordiales.
Pero lo que nadie esperaba es la aparición de una figura de River: Ezequiel Barco. En un supuesto chat, el jugador no paraba de elogiarle historias a la modelo, quien jamás le respondió ni un mensaje. Para generar aún más dudas, enseguida Barco cambió la foto de su perfil de Instagram.
Finalmente, el estilista personal de Nara, Kenny Palacios, aclaró que la cuenta estaba hackeada y que "la están tratando de recuperar". Al rato, todo el material comprometedor fue borrado. Tarde para evitar que no se hablara de otra cosa en las redes sociales.