Después de que la China Suárez reconociera que tuvo que comenzar terapia tras el polémico episodio del motor-home con Benjamín Vicuña, la tercera protagonista del “Palta gate”, Pampita, analizó las declaraciones y respondió con pícaras sonrisas. Una imagen vale más que mil palabras.
La modelo se tomó con humor que la "China" comenzara terapia por el "palta gate".
“Voy a terapia porque soy muy autocrítica y muy exigente. Me hago cargo de todo y eso a veces pesa mucho. A la violencia, por ejemplo. Yo no estoy acostumbrada a vivir episodios violentos y aquel fue una pesadilla”, advirtió la actriz en diálogo con la revista Rumbos.
La actriz reconoció que tuvo que ir al diván por la pelea con Pampita.
Las cámaras de Desayuno Americano no perdieron la oportunidad de consultar a Pampita y la modelo, claro, sorprendió más por sus gestos que por sus dichos. “Mi opinión me la guardo para mí. No quiero decir nada, me lo reservo”, se excusó, aunque sus caras hablaron por ella.
El chileno le habría presentado a la actriz a su familia como "la mujer de mi vida".
La modelo evitó ponerle rótulo a su flamante relación con el tenista Juan “Pico” Mónaco, aunque reconoció: “Soy una romántica, siempre voy a creer en los príncipes azules. Pero no quiero hablar más de mi vida privada, ni exponerla”.
Pampita y Vicuña estuvieron diez años juntos. Tuvieron cuatro hijos.
Por último y consultada sobre la presentación familiar de la “China” en Chile, la modelo esquivó: “Eso ya pasó hace meses, realmente para mí ya no es un tema. No me importa (lo que hagan). Lo único que me importa es lo que saben mis hijos, mi familia y mis amigos. Esa es la opinión que realmente valoro, porque ellos son los que saben cómo me manejé diez años en una relación y la clase de mujer que fui”.