Big Bang! News
Más

La desgarradora confesión de Tití Fernández a tres años de la muerte de su hija

Soledad falleció en julio de 2014 trabajando durante el Mundial de Brasil.

08 Octubre de 2017 11:47
1552082032747
1552082032747

Pasaron ya tres años desde que María Soledad, la hija de Tití Fernández, falleció a los 26 años en Brasil luego de sufrir un accidente automovilístico mientras trabajaba para cubrir el Mundial de fútbol. Todavía con el dolor en sus ojos, el periodista pasó por el ciclo PH y confesó: “No quiero que la gente se olvide de que algún día existió”.

Tití y su mujer, Nora, en el entierro de su hija.

“Para mí tragedia es el 2 de julio de 2014, es la tragedia de mi vida. Ahora no me es difícil hablar. Todos los dos de cada mes trato de poner un tweet con el hashtag nunca te vamos a olvidar. Quiero que la gente la recuerde a Sole, porque era una pendeja bárbara, y quiero que la gente sepa lo que era. Fue muy solidaria, una fenómeno”, sumó, todavía con lágrimas en sus ojos.

Soledad falleció durante el Mundial de Brasil en un accidente de tránsito.

Pese a que reconoció que el dolor por la pérdida de un hijo nunca se va, Tití destacó: “A partir de lo de Sole empecé a tener un millón de amigos, tipos que son anónimos, a los que no les conocés la cara, pero que ya te los metés en el corazón porque te ayudan a vivir, te ayudan a levantarte de la cama todos los días”.

El trabajo fue una de las cosas que también lo ayudaron a salir adelante. “Tengo la suerte de tener dos o tres laburos, de viajar. Pero mi mujer, Norita, no viaja, está en casa. Desde ese día va día por medio al cementerio a hablar con Sole. La tumba de mi hija debe ser la que más flores tiene en la Chacarita. Los amigos que más frecuenta Nora son los guardiantes del cementerio, la señora que le vende las flores; que nos invitó al bautismo del nieto y fuimos. Fijate cómo nos terminó cambiando la vida”, sumó.

Soledad tenía 26 años.

Luego, el periodista recordó lo complicado que fue poder llevar adelante todos los trámites tras el accidente para poder enterrar a su hija en el país. “Fue una tragedia: el traslado, el reconocimiento del cuerpo. Todas las noches me despierto y se me viene la película a la cabeza de cómo me entero. Lo peor que te puede pasar es tener que reconocer a tu hija. A mí me hace bien hablar, porque quiero que la gente sepa lo que era: extraordinaria, llena de vida, una cosa maravillosa”.

10