El comediante Santiago Bal fue internado por un cuadro de deshidratación a tan sólo dos días de haber recibido el alta; según lo informado desde el Instituto Médico de Alta Complejidad se encuentra en terapia intensiva. En su primer parte se detalló que además sufre una neumonía y una fuerte fatiga.
La salud del capocómico, de 83 años, lo tuvo a maltraer en el último tiempo, incluso la semana pasada tuvo que ser internado después de sufrir tres desmayos y como consecuencia de eso fue internado en la unidad coronaria.
Su hijo, Federico Bal, fue uno de los primeros que habló sobre el estado de salud de su padre. "Ahora está otra vez internado. Sale y entra, sale y entra", aseguró Federico sobre los distintos problemas de salud que acompañaron al capocómico, de 83 años, en el último tiempo.
"Me dicen que es un señor grande... Y que lo abrace. Ellos van a hacer lo que puedan. Van a hacer todo para que este bien. Pero llega un momento que el cuerpo no da más", agregó en declaraciones a Canal 9. Su madre, y ex mujer del cómico, Carmen Barbieri, fue más allá y remarcó que su ex pareja sólo quiere morir.
"Santiago está muy débil, necesita la asistencia de una máscara de oxígeno. Ayer (domingo) se quejó porque le colocaron la máscara más grande, más potente, se sentía incómodo y de mal humor. Él no puede hablar, no tiene fuerzas porque no tiene el suficiente oxígeno como para hablar de corrido. Hoy amaneció mejor y le pudieron poner otra mascarilla más chiquita y liviana. No come casi nada. Está con suero, antibióticos por su problema bronquial, que los doctores no se arriesgan a decir si es neumonía”, dijo Carmen.
“A mí me suena a que Santiago Bal bajó los brazos y nunca pasó. Lo dice la doctora que lo trata hace años. Es la primera vez que lo ven tan delicado, pero no grave, sino flojo y sin ganas. Como que baja los brazos. Por eso estamos todos tan preocupados y tristes. Está inquieto y muy consciente. Lo que más me preocupa es que con su cabeza tan lúcida y con su impronta, él baje los brazos. Siento que no tiene más ganas de seguir luchándola, que no tiene fuerzas”, dijo entre lágrimas.