25 Septiembre de 2020 09:23
Charlotte Caniggia sorprendió ayer en el programa Cantando por un sueño hablando con lujo de detalles sobre sus cirugías estéticas. "No voy a contar ni cuándo ni cómo", dijo, pero luego puede decirse que cambió de idea. "En realidad me operé tres veces. Tenía 600, que es doble D. Es muchísimo, me dolía mucho la espalda, sufría muchísimo. Entonces me lo saqué y me fui a 400. Después me saqué de nuevo y ahora estoy en 300 y pico, siempre con mi doctor preferido, el doctor Gustavo Sampietro", dijo Charlotte ayer y luego agregó.
-Estoy bastante flaca, estoy tratando de comer poquito y tomando mucha agua.
-Pero el alcohol fija las grasas, atenti -la chicaneó Moria.
-No importa, después nos hacemos una lipo con el doctor Sampietro -fue la increíble réplica de Charlotte. "Si me veo un poco gorda, me hago una lipo", agregó luego, para no dejar dudas.
"Trato de no comer carbohidratos. A la mañana solo tomo café y no tomo mate porque se me ponen feos los dientes. Después almuerzo una ensaladita, una milanesa, y hasta la noche no como nada”, describió sus hábitos alimentarios la joven, hermana de Alexander y Axel.
Charlotte también habló de cómo se imaginaba su futuro. "A los 35 me gustaría ser madre, tener hijos, y yo qué sé, casarme. Me gustaría algo tranquilo con mi familia, si están todos bien. Algo íntimo". Consultada sobre si sabe cambiar pañales, Charlotte dijo que no pero sostuvo que "se aprende" y que quien podría enseñarle, por ejemplo, es su mamá.
-A mi mamá le gustan mucho los bebés, es muy buena madre.
-¿Está en el país? -le preguntó Ángel de Brito.
-No sé -respondió Charlotte, rápida. Y agregó: "No, mis papás son muy buenos padres, ambos muy presentes y me gustaría tener ese ejemplo, a mis hijos tratar de darles lo mejor, que sean felices" Charlotte admitió que aún le duele la separación de sus hijos. "Me duele que no estén juntos, aunque tenga 27 años, me duele como si tuviera 20". Le preguntaron por su hermano Axel y dijo que lo extraña, que hace muchos años que no habla con él. Pero luego abrió la puerta a una reconciliación. "Yo no soy rencorosa, no tengo odio. Soy muy fácil de convencer, sobre todo con mi familia. Hace muchos años que no nos hablamos, pero no quería traer eso a la pista porque soy muy reservada (sic)", señaló. Con su hermano Axel, en cambio, la relación marcha viento en popa. "Creétela", contó que le dijo, alentándola a esmerarse y confiar en su potencial en el certamen de canto.