Nadia Terrazzolo y Francisco Delgado, los dos nominados de Gran Hermano, hacen campaña electoral como si fueran candidatos. Polemizan, intentan mostrarse como líderes y se victimizan. Pero a diferencia de los políticos, los dos participantes que protagonizarán la gala de esta noche le piden a la gente que no los vote.
¿Quién será el primer eliminado de la casa? ¿El polémico Francisco o la contradictoria Nadia? Algo está claro: a la hora de las nominaciones fueron los menos queridos. Ella recibió 14 votos y él 10.
Los dos candidatos buscaron conmover a los televidentes para no irse de GH 2015.
“Las estrategias de imagen no son exclusivas de los políticos. En Gran Hermano algunos saben hacer ese juego pero a otros no les sale”, dijo a Big Bang News el publicista Gabriel Dreyfus, quien trabajó en la campaña de Raúl Alfonsín. “Para algunos es algo natural. El liderazgo es algo que se tiene o no se tiene. No se puede fabricar”, analizó.
Las promesas hot de “campaña”
“Voy a ir caminando hasta la puerta de vidrio, sólo con una toalla, me la voy a sacar y voy a ir de la puerta hasta el confesionario desnudo haciendo el paso del cangrejo”, prometió Francisco. Nadia fue cauta: “Yo no voy a prometer nada, que sea lo que la gente elija". Pero después dijo algo que sonó a frase hecha para salir del apuro: “Bueno, está bien, si me insisten... ¡Si me quedo, tengo sexo con todos!”.
En la casa, Nadia hizo un topless.
Francisco quiere tener sexo con una de las participantes. Hasta ahora no pudo.
Mirá las promesas de los “hermanitos”. ¿Cumplirán?
En Gran Hermano, como en política, existen los complots o las alianzas. Francisco no sabe que dos de sus compañeros se habían puesto de acuerdo para votarlo. Esos votos fueron anulados.
Historias de vida
Confesar intimidades sin dar golpes bajos y apelando a la humanización, es otra de las armas de los políticos. En Gran Hermano ocurre algo parecido. De entrada, Nadia contó que fue abandonada por un piloto de autos que la dejó embarazada y la hizo abortar. La historia de Francisco es más conocida. Y desde hace unos días comenzó a hablar sobre el
Diwangate. Defendió a
Gisela
“Campanita”
Bernal y dijo que
Ariel
Diwan fue un excelente padre, y que el conflicto es “únicamente por la plata”. Quizá Delgado descubrió que hablar de ese culebrón es una manera de seguir en la casa.
Nadia, por su parte, confesó que tuvo anorexia. Mirá el video.
¿Victimizarse suma?
“En política, victimizarse juega absolutamente en contra. En cuanto a la confrontación, lo ideal es no hacerlo. Pero hay momentos en que es imprescindible el enfrentamiento”, opina Dreyfus.
Más allá de que su historia de vida al principio conmovió, Nadia se muestra contradictoria. Amagó con renunciar (¿estrategia “política”?) pero no lo hizo.
Nadia, enfurecida en la casa. ¿Qué te parece, eso suma o resta?