Desde hace un tiempo, el clan Montaner se convirtió en una tendencia en las redes sociales y el mundo del espectáculo. Ya sea por su música, los eventos familiares o, simplemente, las llamativas publicaciones que realizan en sus cuentas, la tribu comandada por Ricardo Montaner y Marlene Rodríguez siempre está en boca de todos. Y, ya sea para bien o para mal, en los últimos días su fama creció por el casamiento de Ricky con la argentina Stefi Roitman.
La millonaria boda que se realizó en Argentina contó con la presencia de Evaluna y Camilo, y también con Mau, además de una decena de celebridades de la música. Por eso, los Montaner cobraron mucha relevancia en los medios de comunicación. Se habló de peleas entre la flamante novia y la suegra, internas dentro del clan y hasta acusaciones de ser una “secta”.
En ese sentido, mientras organizaba nuevos negocios en Buenos Aires y abrió un local en Palermo, Marlene salió a hacerle frente a todos los rumores que acechaban a su familia. Por su parte, Ricardo también salió a dar diversas entrevistas para contar que en su tribu está todo bajo control. Pero, sin lugar a dudas, la voz que faltaba era la de la ex mujer del cantante, Ana Rosa Vaz Pönicke.
En la cresta de la ola mediática de los Montaner, la primera esposa de Montaner decidió romper el silencio que mantuvo durante más de tres décadas. Pese a que vive bien lejos de los medios de comunicación y sus redes sociales son privadas, Ana Vaz habló por primera vez en el Run Run del Espectáculo, en Crónica.
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Hay que recordar que la historia entre Ana y Ricardo nació en la década del 70, en Venezuela. Cuando eran adolescentes, el futuro cantante se enamoró perdidamente de Vaz. Decidieron casarse en 1976 y tuvieron dos hijos, Héctor y Alejandro. Fiel a su entonces pareja, ella lo acompañó en la construcción de su carrera como músico, cuando todo era cuesta arriba.
Hubo años de poco dinero, esfuerzos en vano y necesidades. También hubo algunas mudanzas. Hasta que las giras y el trabajo nocturno dinamitaron el matrimonio. En 1987, la pareja de Ana y Ricardo llegó al final. Ese mismo año, Montaner conoció a Marlene y en 1988, comenzó su eterna relación con ella, la hija del productor que lo lanzó a la fama en América Latina, y quien luego se convertiría en la matriarca de su familia.
Pese al dolor del final de la pareja, Ricardo y su ex esposa lograron poner el amor de familia por sobre las diferencias que tuvieron en la última etapa de su matrimonio. Mientas Montaner se hacía cada vez más y más famoso, Ana elegía el bajo perfil. Aunque siempre bien cerca de sus dos hijos. Con el paso del tiempo, limaron asperezas, y desde lejos, ella se sumó como una más al clan.
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Dicen sus allegados que lo hizo para impulsar las carreras como cantantes de sus hijos Héctor y Alejandro, quienes no tuvieron la fama de su padre, pero sí mucho éxito en la industria. Mientas Alejandro es uno de los directivos de la compañía Sony Music para América Latina, Héctor, el menos de los dos, es un famoso compositor y trabaja para muchos músico.
En un audio que le envió a Crónica, Ana afirmó: “Solo te diré que soy una mamá muy orgullosa de mis hijos a quienes amo profundamente”. Enseguida, la ex mujer del cantante dijo: “Y también te diré que quiero mucho a los hijos de Ricardo y Marlene...”.
Enseguida, continuó con elogiosas palabras para Evaluna, Mau y Ricky: “Los chicos son hermanos de mis hijos y son unos chicos amorosos...”. Y sobre Roitman, la flamante nueva incorporación de los Montaner, declaró: Conozco a Stefi y es una chica espectacular. Sé que van a ser muy felices y bendecidos en su vida”.
Uno de los datos más llamativos de la relación de Ana y Ricardo es que la canción Noches de primavera está dedicada a ella. Por otra parte, no hay imágenes de ella y el cantante durante su relación. Además mantienen un vínculo estrecho y cuando ella viaja a Estados Unidos, visita a la familia. Las únicas fotos públicas que se conocen de ella son las que publican sus dos hijos. En el momento más popular de la familia decidió hablar. ¿Qué dirá el clan?