El 28 de agosto de 1996, cuando la por entonces princesa Diana firmó los papeles de divorcio y le puso así punto final a su matrimonio con el príncipe Carlos, la opinión pública se posicionó a favor de Lady Di y pocos creían que el ahora rey lograría algún día casarse con su amante de toda la vida, Camilla. Resistida también por la Familia Real, la actual reina debió sortear décadas de mala prensa y desaires por parte de la Corona; y, al día de hoy, sigue siendo la menos popular de los Windsor.
Cabe recordar que Camilla mantuvo un breve romance con Carlos antes de que el actual rey se casara con la madre de sus hijos, pero la Familia Real jamás aceptó esa unión. Por ese entonces, los requisitos para convertirse en la futura princesa de Gales seguían siendo medievales: debía ser virgen, no podía tener novios o parejas previas y debía formar parte de la aristocracia británica. Ella, claro, no cumplía con ninguno de los requisitos y fue considerada como una "novia descartable" durante su fugaz relación adolescente con el por entonces príncipe.
"Camilla nunca olvidó lo humillada que se sintió por la Familia Real y por el establishment en general", reconoció el biógrafo de la realeza Christopher Anderson en diálogo con The Daily Beast. De acuerdo al investigador, Camilla fue una de las principales enemigas de Kate Middleton cuando el príncipe William la presentó como su novia oficial, después de haber mantenido la relación en secreto durante un año.
Corrían los primeros días de abril de 2007. Kate Middleton y el príncipe William llevaban cuatro años de noviazgo. Se habían conocido en el 2002, cuando coincidieron en la Universidad de Saint Andrews y tardaron un año en formalizar su relación, puertas adentro. Las primeras fotos de la pareja llegaron recién en 2004. Todo cambió un año después, cuando ambos se recibieron y no pudieron disfrutar de la intimidad que les ofrecía la Universidad.
Los medios comenzaron a asediar a Kate, que se había instalado en un lujoso departamento londinense que le regalaron sus padres. Con 24 años, se convirtió en una de las mujeres más fotografiadas del mundo y el acoso de los medios preocupaba a la Familia Real. “Como no era un miembro oficial, no podían hacer nada: ni siquiera ponerle protección”. La repentina popularidad de Kate tocó una fibra sensible en Camilla, quien vivió con celos la popularidad de la que Lady Di disfrutó, incluso después de divorciarse del heredero al trono.
Pero, a diferencia de Diana, el noviazgo de Kate no fue aceptado por el establishment y los medios activaron una campaña de prensa en su contra. La apodaron “Waity Katie” -Katie, la que espera-. “Ella odiaba ese apodo. Los medios planteaban que lo único que hacía con su vida era esperar el compromiso con William, pero no tenían en cuenta que como 'novia real' tenía muchas limitaciones. Estaba en el límite: no era miembro de la Familia Real, pero tampoco podía hacer lo que quisiera”.
Con William en el Ejército, la relación comenzó a enfriarse. Por ese entonces, Kate decidió tomar el toro por las astas y aceptó un trabajo como compradora de accesorios para el minorista británico Jigsaw. “La relación venía de mal en peor. De hecho, William la dejó por teléfono y ella estaba trabajando cuando recibió esa llamada. Nadie lo veía venir, menos ella”.
¿Quién estuvo detrás de ese llamado? Nada más y nada menos que Camilla. "Yo estaba en Londres cuando se produjo la ruptura. Me quedé sorprendido, completamente aturdido, porque todo el mundo pensaba que era cuestión de tiempo para que William le pidiera a Kate que se casara con él. Y entonces la gente empezó a decirme que Camilla estaba detrás", reconoció Anderson.
"Camilla no veía a Kate como alguien digno de formar parte de la Familia Real. Kate es la primera mujer de clase trabajadora en ser aceptada en la Familia Real. Desciende de una familia de mineros del carbón y su madre era azafata. Así que, por todas estas razones, Camilla nunca sintió realmente que Kate Middleton y su familia en conjunto fueran dignas de entrar a la Corona", reforzó.
Años después, se supo que el motivo detrás del llamado con el que William "le cortó" a Kate fue después de un encuentro que mantuvo con su padre y su abuelo, el príncipe Philip. "Se ha confirmado públicamente que Carlos le sugirió a William que se comprometiera con Kate o que la dejase. Ahora, sus motivos para hacer eso pueden haber sido puros, pero los de Camilla no tanto. Ella fue la incitadora de esto".
La separación duró algunos meses y fue uno de los momentos más duros para Kate. En efecto, la actual princesa de Gales confesó el malestar que sintió tras la ruptura durante la primera entrevista que dieron como pareja el día que anunciaron su compromiso oficial. Fue en noviembre de 2010. “En ese momento no fue algo que me hiciera feliz, pero creo que con el tiempo me hizo una persona más fuerte. Me permitió conocer cosas mías que no veía. Cuando sos chico, una relación puede consumirte mucho. Así que creo que me hizo bien, aunque en ese momento no lo veía de esta manera”.
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En agosto del 2007, la reconciliación era un hecho. William y Kate hicieron un viaje secreto a las islas Seychelles y fue en ese momento en el que hicieron un pacto: se iban a casar, pero todavía no pondrían fecha. “Era importante para Kate saber que el compromiso era real. Para William era sacarse un peso de encima, no querían que los medios los siguieran presionando con el tema”.
De a poco, la pareja volvió a mostrarse en público. Kate volvió a participar de eventos oficiales, fue recibida por la reina y recibió una custodia adicional que fue costeada por el príncipe Carlos. Finalmente, el 16 de noviembre de 2010 la pareja anunció su compromiso en el palacio de Buckingham y se casó el 29 de abril de 2011 en la fastuosa Abadía de Westminster.
La ceremonia fue digna de un heredero al trono, a diferencia de la de Camilla. El 8 de abril del 2005, después de años de peleas con la Corona, Camilla se casó con Carlos; pero por exigencia de la reina se trató de una ceremonia de bajo perfil. Pero eso no fue todo: como no podían tener una ceremonia religiosa (ambos eran divorciados), la pareja debió hacerlo en el ayuntamiento de Windsor, en vez del Castillo de Windsor que había pedido la ex amante del príncipe. Luego hubo una bendición en la Capilla de San Jorge, de la que pocos medios se hicieron eco.
El ingreso de Kate como miembro de la Familia Real no hizo más que tensar la relación con Camilla, quien desde hacía años desalentaba cada uno de los intentos de William por animarse a dar el sí, después de la traumática relación de sus padres. De acuerdo a los medios ingleses, el vínculo entre la reina y la princesa es "diplomático", pero tenso. "Kate sabe que fue su enemiga durante muchos años y, pese a que en público se muestra tranquila, la princesa tiene un 'caracter fuertísimo' puertas adentro. Además, siempre contó con el apoyo de la Reina, quien nunca terminó de aceptar a Camilla en la familia".
La muerte de Elizabeth II marcó un antes y un después. Por primera vez, Camilla superaba en rango a Kate y se lo dejó ver durante el último adiós a la monarca. Según publico el Daily Mirror, cuando Kate llegó junto a sus hijos mayores (el príncipe George y la princesa Charlotte) al Welling Arch de Westminster, George pellizcó a su hermana menor y la pequeña de siete años no ocultó su malestar. "¡Ay!", gritó, al tiempo que le dedicó una furiosa mirada al primogénito.
A diferencia de Meghan Markle, quien sonrió con complicidad y entendió que se trató de un momento entre hermanos, Camilla no titubeó a la hora de reprender a Kate por "la mala conducta" de sus hijos. Tal y como transmitieron todos los medios que cubrían el último adiós a la reina, Camilla la miró con enojo a Kate y le ordenó: "Llevátela de acá". La ceremonia duró unos minutos más y, tal vez, la pelea se terminó de dirimir puertas adentro.