Hace 11 años, la luz de Roberto Sánchez se apagaba para siempre. En aquel entonces, tras un trasplante bipulmonar, Sandro pasó a la eternidad y murió en una clínica de Mendoza. Sus nenas lo lloraron por meses y lo despidieron primero en el Congreso de la Nación y luego en un cementerio privado de Burzaco.
Antes de su muerte, el Gitano se había casado con Olga Garaventa, la mujer que lo enamoró en los últimos años de su vida. Consciente de que su salud empeoraba con el paso del tiempo, Sandro se unió legalmente en 2007 con su pareja por dos motivos: Para celebrar el amor y para dejarle su herencia.
Pero ahora, la familia de Julia Adelina Visciani, una antigua pareja del cantante, pretende impugnar el casamiento de Sánchez con Garaventa para declararse como los únicos herederos. Luego de contratar al abogado Fernando Burlando, Silvia Julia Camerucci, la hija de Visciani, asegura que el Gitano y su madre se casaron en México a principios de la década del 70.
En ese sentido, Burlando dijo en A la tarde, que Sandro jamás realizó el divorcio de Visciani y que, por eso, su casamiento con Garaventa no tiene validez. "Ese matrimonio se realizó en su momento, ahora tal vez no es usual, pero aquel entonces existían los matrimonios vía México, que tenían características muy particulares, obviamente era la forma de casarse cuando uno no podía casarse en el país o quería que la noticia no se sepa”, comenzó el letrado.
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Y continuó: “Lo que le puedo decir es que según la propia familia Julia Adela Visciani, su propia hija refiere que no hubo ningún tipo de divorcio, el casamiento seguiría vigente. Habría que investigar un poco más pero realmente es una problemática jurídica bastante importante. Sí es cierto que normalmente este tipo de casamientos vía México terminaban en la nada sin ningún tipo de formalidad. No se usaba el divorcio cuando las parejas quería separarse".
Finalmente, Burlando afirmó: "Todo parece tan lejano, cuando empezó a integrarse el mundo, cuando se empezaron a unir las distintas legislaciones de los países, con la digitalización, donde uno podía ver que lo que pasaba en un país muy lejano... Este fue un casamiento vía México, que debe haber registros de ese casamiento, porque había registros, y obviamente no procedieron a hacer el divorcio, efectivamente la viuda sería Julia".
Por el momento, deberán demostrar si eso es así con documentos. Y de eso no hay nada todavía. Se sabe que Sandro y Visciani tuvieron una larga relación que comenzó en 1969 y finalizó en 1982, porque el artista le puso un punto final. Sobre los rumores de un supuesto casamiento en México, las revistas del corazón de la época aseguraban que Sandro le envió los documentos para firmarlos y sellar su matrimonio. Aunque eso no tenía ninguna validez porque no se hizo frente a un juez. Además, algunos rumores indicaron que Julia jamás firmó aquella planilla.
No obstante, la hija de Visciani insiste con la ilegalidad de la boda de Sandro y Garaventa. Y en ese sentido, Camerucci declara que su madre es la verdadera heredera de la fortuna de Sandro y, por ende, cada una de las propiedades y las ganancias por sus canciones son de su propiedad, y no de Olga, la última esposa de Sandro.
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Pero esta no es la única causa legal que inició Camerucci. Tras la emisión de la serie sobre la vida del Gitano, Sandro de América, la hija de Visciani inició un juicio contra la productora The Magic Eye y contra Telefe por “daños y perjuicios”. ¿La razón? El supuesto uso de la imagen de su madre.
La demanda es por 500.000 dólares y la inició porque no le gustó la forma en la que fue presentada Visciani, interpretada por Isabel Macedo. "En ningún momento se comunicaron conmigo para pedirme autorización. No me gustó la forma en que representaron a mi mamá, muy maliciosa. Lo de ellos fue una historia de amor y a ella la retrataron como una mala persona, en situaciones muy feas, como desquiciada, hablando con muñecos, tratándolo mal con Doña Nina, la mamá de Roberto y nosotros éramos una familia", detalló en una entrevista.
Sobre ese punto, Camerucci dijo: "El que no quería desprenderse de la casa era Roberto. A él no le gustaba alejarse, viajar. Le costaba la separación. Mi mamá nunca le dijo 'no viajes o no hagas esto' porque era su trabajo... y con las fans no tenía trato porque en ese momento él tampoco lo tenía”.
Y finalizó sobre la historia de su madre con Sandro: "Lo que yo pienso y se lo he dicho a la gente de la producción en las mediaciones que tuvimos el año pasado es que si ellos se hubieran comunicado conmigo y me hubieran explicado lo que iban a hacer, hasta les podría haber aportado datos para que pongan. Es agraviante porque mi hermano y yo tenemos nietos y siempre les contamos que (la relación entre su abuela y Sandro) fue una historia de amor".