A mediados de 2014, cuando ya estaban casados y tenían a su primer hijo, Luisana Lopilato y Michael Bublé iniciaron la construcción de la casa de sus sueños, la cual hoy ronda un valor cercano a los 22 millones de dólares, no solo por lo grande que es, sino por las comodidades que presenta.
A pesar de que en la mansión viven solo la actriz, su marido y sus tres hijos (Vida, Elías y Noah), lo cierto es que la casa que se encuentra ubicada en la pequeña ciudad de Burnaby suele estar siempre habitada, no solo por la gente que los ayuda, sino porque siempre que puede Luisana invita a su familia para que pasen tiempo con ella.
De hecho, actualmente Darío Lopilato vive junto a su hermana, ya que decidió irse a Canadá cuando su madre sufrió un problema de salud y viajó hacia allá para someterse a un tratamiento.
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Más allá de que la mamá de los Lopilato se encuentra bien ahora, la realidad es que el cantante y su mujer aprovechan al máximo el tiempo que tienen para pasar dentro de su mansión, ya que no solo cuentan con un parque enorme, sino también con una pista de hockey sobre hielo, debido a que Michael es fanático de ese deporte.
Por lo hermosa y lujosa que es, la mansión de Burnaby figura hoy en día dentro del top 50 de las propiedades residenciales más valiosas de BC Assessment. De hecho, se encuentra ubicada en el número 36, y por los valores que maneja el mercado inmobiliario, cuesta alrededor de 22 millones de dólares.
Como a principios del 2020 se valuó en un poco más de 20 millones de dólares, la vivienda actualmente aumentó casi 2 millones más, aún a pesar de la crisis que trajo al mundo entero la pandemia por el coronavirus. Lo edificado valdría alrededor de 15 millones de dólares, ya que la vivienda cuenta con 15 baños, 2 sótanos y 7 habitaciones; mientras que el gran terreno sale otros 7.
Para construir la mansión Lopilato y Bublé decidieron contratar a Michael Green, uno de los arquitectos canadienses del momento. Su estudio fue el encargado, entre otras cosas, de remodelar la Universidad de Oregon, la casa Ronald McDonald, el aeropuerto Prince George y la construcción de la galería de arte de Vancouver.
Amante de la ciudad en la que nació, el artista eligió hacer la casa allí, justo en frente de la escuela en la que estudió durante su niñez. El lugar está ubicado a sólo 20 minutos de Vancouver, y después de años de construcción, se mudaron en octubre de 2018.
Lo que demoró tanto la finalización de la obra fue el millonario capricho de Michael con su pista de hockey sobre hielo, la cual no se terminaba porque quienes la hicieron no lograban que el hielo se mantuviera congelado.
El costo para que esté siempre bien es elevadísimo, con miles de dólares de manutención por mes, pero es un lujo que la pareja se puede dar. Aún así, como Lopilato no es tan fanática de ese deporte, también optó por armarse una cancha de tenis, actividad que sí le gusta practicar seguido.
Además, para sobrellevar las bajas temperaturas del país del norte, construyeron una pileta climatizada en los 557 metros cuadrados del jardín, mientras que también el exterior se completa con una casa de servicio de casi 60 metros cuadrados.