Después de que varias compañeras denunciaran de modo público a Roberto Pettinato por acoso sexual y hostigamiento laboral, el conductor volvió al ruedo, desestimó las acusaciones y habló de un “virus que se esparce por el torrente sanguíneo del medio”.
"Nunca quise que mis palabras estuvieran en un sillón de panelistas"
El conductor se defendió de las acusaciones por acoso sexual.
“Nada de lo que se dijo fue real, pero vivimos en los tiempos de las campañas orquestadas. Digo esto porque ni siquiera es en la gente en la calle, que te sigue saludando y pidiéndote que vuelvas. En Paraguay me recibieron como a un rey”, advirtió en diálogo con el diario Crónica, pese a los escraches que sufrió en el país vecino.
Según el ex Sumo, su silencio se debió a que llevó las acusaciones de sus ex compañeras a la Justicia. “Todas mis palabras, por eso hay un aparente silencio, ya están en la Justicia; no en la televisión. Pero suena liviano y no lo es. Es la realidad. Nunca quise que mis palabras estuvieran en un sillón de panelistas, sino directo en la Justicia. Dadas las ediciones, los cortes; se torna imposible hablar de cualquiera de esos temas”.
Karina Mazzocco fue una de las que salió a denunciar al conductor.
"La gente viene más a verme, se comprometió más con ese standupero que dice lo que siente"
Pese a que la ola de denuncias en su contra lo obligó a levantar su espectáculo de stand up, Pettinato advirtió que la reacción fue otra. “La gente viene más a verme, se comprometió más con ese standupero que dice lo que siente, lo que quiere; que nació exiliado de movida en Argentina y no viene para ser un mojigato que no habla de nada o hace dos chistes de ancianas”.
“El humor es reflexionar, molestar, irritar, decir la verdad, avergonzar a los humanos con verdades ocultas que no se animan a decir públicamente. Uno se hace cargo de toda la gente que va a verte porque están esperando. ¿Qué? ¡Ser liberados de sus prejuicios y nanas!”.
"Todavía hay lugares en donde la palabra es una sola y las orejas también"
Por último, Pettinato hizo alusión al aluvión de críticas que recibió en las redes sociales: “Gracias a Dios todavía no pusieron en el escenario un Facebook, Twitter o comentarios que vayan saliendo debajo del actor como en los programas. Todavía hay lugares en donde la palabra es una sola y las orejas también”.