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La indignante última entrevista a Carlos Monzón desde el penal: "Alicia también tuvo la culpa"

Fue en el año 1993, dos antes de que muriera en un accidente automovilístico.

14 Julio de 2019 14:10
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Corría el año 1993. Carlos Monzón cumplía en el penal de Las Flores su codena de once años por el homicidio de su ex mujer, Alicia Muniz. Por ese entonces, el ex campeón contaba los días para poder acceder al beneficio de las salidas transitorias. Un joven Guillermo Andino ingresó al pabellón que Monzón compartía con otros 18 reclusos y lo entrevistó para Telenueve. Nadie lo imaginaba, pero esa fue su última entrevista.

Durante los quince minutos que duró el mano a mano, Monzón insistió en reforzar su imagen de “padre de familia”. Vapuleado por gran parte de la opinión pública, el ex campeón del mundo soñaba con recuperar su libertad y “rehacer su vida”. Lo primero que hizo fue mostrar las fotos que tenía en su mesita de luz: eran de sus hijos y sus nietos. La principal era la de Maximiliano, su hijo menor, a quien no veía desde el 14 de febrero de 1988, día en el que asesinó a Alicia.

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Con Monzón preso primero en batán, quienes se encargaron de la crianza de Maxi fueron Alba y Héctor, los abuelos maternos del nene que tenía sólo seis años cuando asesinaron a su mamá. "Hace dos años me mandó una carta, porque yo le escribía y le pedía que me mandara alguna foto actual. La carta decía así: 'Estimado padrastro, no me pidas una foto, porque ni media te voy a mandar'. En el medio, se ve que se lo han dictado, escribió: 'Mandame la patria potestad porque me quiero ir a vivir a Uruguay'. Lloré muchísimo cuando la leí. Se la mostré a la psicóloga y me dijo que eso no es de una criatura de nueve años, que no es la forma de expresarse de un chico de esa edad".

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Monzón nunca volvió a ver a su hijo menor, aunque con el tiempo Maxi sí se acercó a sus cuatro medios hermanos. Nunca pudo contarle qué fue lo que sucedió aquella violenta madrugada en la casa que Adrián "Facha" Martel había alquilado para pasar el verano en Mar del Plata. "Hace cinco años que no veo a mi hijo. Confío en que va a ser grande, nos vamos a ver y quiero que entienda la verdad de lo que pasó esa noche. Quiero contarle todo lo que recuerdo. No la maté, fue un accidente. Lo juro por Dios y por mi hijo".

Alicia también tuvo la culpa"

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"Todas las noches pienso en qué fue lo que me pasó ese día. Lo que nos pasó. Algunos dicen que la culpa la tiene Monzón, pero siempre en una pareja el 50 por ciento lo tiene uno y el 50 por ciento lo tiene otro". "Alicia tiene la culpa de haber ido a Mar del Plata porque yo estaba sólo con mi hijo". "La otra culpa la tengo yo, por haber tomado tanto esos días. Venía de Francia, de hacer una publicidad con Tito Lecture". "Mi hijo va a ser grande y quiero que entienda la verdad de lo que pasó esa noche". "No me acuerdo de nada, es todo muy confuso".

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"Nunca había sido agresivo con Alicia. Hemos tenido discusiones, por supuesto; pero de palabra. Nunca la golpeé". "Pagué los platos rotos del hombre golpeador porque fui boxeador. Eso es lo que me llevó a estar acá (detenido)". "Pregúntenle a todas las mujeres que tuve si a alguna le pegué. Son todas mentiras. Soy inocente".

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Por último, después de cuestionar el accionar del Tribunal que lo condenó a once años por el asesinato de Alicia, Monzón habló de su futuro, sin saber que perdería la vida sólo dos años después cuando regresaba en auto al penal después de su primera salida transitoria. "Tengo 50 años y mucho por hacer. Me siento joven y con fuerza para vivir. El primer año que estuve en Batán fue muy duro, porque uno está acostumbrado a la noche, a tener el mejor auto, la mejor mujer, la mejor ropa; y te encontrás pidiendo permiso para ir al baño. Tuve ganas de matarme, pero lo superé gracias a Maxi".
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