15 Febrero de 2017 07:04
Puso primera. Después de acelerar los papeles de divorcio, Angelina Jolie volvió a la carga y presentó los papeles para establecer la cuota alimentaria de los seis hijos que tuvo con Brad Pitt. La jugosa cuota que le exige a su ex y la reacción del actor cuando se enteró.
Se separaron el año pasado, luego de casi una década juntos.
Según consigna la prensa internacional, la actriz reclamó un pago mensual de 131 mil dólares para sortear todos los gastos de Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Vivienne y Knox. Es decir, 16.666 para cada uno de los herederos de la pareja.
Jolie le reclama 100 mil dólares mensuales para mantener a sus seis hijos.
“Esa cuota permitirá el pago de todos los gastos y también pequeños aportes a un fondo fiduciario que abrirán para cada uno de sus hijos”, revelan desde el entorno de Jolie. El plan de la actriz incluye destinar el 20 por ciento de la cuota (330 mil) al fondo para que, alcanzada la mayoría de edad, cada uno acceda a una fortuna de 6.5 millones.
Brad no quiere saber nada con el pago de la cuota, pese a que su fortuna asciende a 350 millones de dólares.
Aunque ninguno de los dos tiene problemas financieros, juntos acumularon cerca de 500 millones de dólares durante sus diez años de relación, Brad habría puesto el grito en el cielo cuando su abogado le comunicó el plan de su ex mujer.
Tuvieron tres hijos biológicos y adoptaron a cuatro más.
“Brad no tiene problema en hacerse cargo de los chicos, pero no le quiere pagar la cuota alimentaria a Angelina, porque no quiere que su ex maneje sus finanzas. Prefiere destinar directamente el dinero en el fondo para cada uno de sus hijos”, explicaron desde el entorno del actor, dueño de una fortuna que asciende a los 350 millones.
Se habían casado meses antes del divorcio en una ceremonia súper íntima.
La bronca de Brad, aseguran, radica en la actitud de Jolie tras el divorcio. “No sólo no lo deja ver a los chicos, sino que además siente que Angelina les llena la cabeza en su contra. Está desolado, extraña mucho y ya no sabe qué hacer”.
La batalla sigue en pie. Tienen, todavía, noventa días para ultimar los detalles del jugoso divorcio al que, claro, todavía le faltan varios capítulos.