Sigue la guerra. Después de que la viuda de Sandro, Olga Garaventa, solicitara la nulidad de la exhumación del cuerpo del cantante, Sandra Junior recogió el guante y respondió en diálogo con BigBang: “Esta mujer plantea un delirio: dice que cambié el cuerpo de mi padre cuando ella jamás perdió de vista el féretro”.
Dice que el procedimiento se hizo legalmente.
Según Junior, esta es la segunda vez que Garaventa intenta impugnar la exhumación de los restos del Gitano, que tuvo lugar el pasado cinco de octubre. “El juez no aceptó su pedido y ahora ella está apelando ese fallo. Es una traba más de las tantas que viene poniendo desde hace diez años. Pero confío en que la Justicia no lo va a tomar en cuenta porque todo se hizo al pie de la letra. En ningún momento se perdió de vista el cuerpo de mi padre”.
“En ningún momento se perdió de vista el cuerpo de mi padre
Los gastos de la extracción del cuerpo del cantante fueron costeados por la propia Junior, quien comenzó su reclamo por filiación en 2006, luego de la muerte de su mamá Sandra. “Pagué todo porque ella no quiso poner un centavo. Además, ella (por Olga) no se separó en ningún momento de la camioneta que hizo el traslado del cuerpo. Fiscalizó absolutamente todo, no entiendo qué es lo que cuestiona. ¿Cómo voy a hacer yo para cambiar un cajón presidencial? Es una locura”, sostiene.
Sandra pone sus manos al lado de la vereda que rinde tributo a su padre en Mar del Plata.
En caso de que el juez de la causa de lugar al pedido de nulidad de la viuda solicitada el lunes pasado, Sandra anticipó: “No podría volver a pasar por algo así. Fue muy fuerte, quizás lo más fuerte que me tocó en mi vida, tener que ver a mi padre muerto. Si ella tiene el estómago para volver a vivirlo, habla de ella”.
La herencia millonaria
“A la única que le interesa la plata acá es a Olga, yo busco mi identidad, no un beneficio económico. Todo lo que ella dice o hace responde a que no quiere perder la fortuna que heredó de mi padre”, denunció Junior.
Además de la casona de Banfield y de los preciados objetos personales del ídolo personal, las mujeres del “Gitano” se disputan los derechos y regalías que siguen engrosando las cuentas bancarias de los herederos de Sandro.
“Olga se declaró en bancarrota”, dijo.
“No me importa la herencia pero hay un dato llamativo. Menos de 24 horas después de la exhumación, Olga se declaró en bancarrota”, advirtió la mujer. “Nada me garantiza a mí que no esté vaciando todas las cuentas y la casa”, agregó.
En diciembre del año pasado, con el pedido de exhumación en trámite, Junior había solicitado por segunda vez una medida cautelar para resguardar los bienes. “La pedí en una oportunidad y Olga apeló. En su momento, dijo que le estaba quitando la comida de la boca. No está vigente la medida, así que puede hacer lo que quiera. A mí lo único que me importa es mi identidad. Duermo tranquila, no sé si ella puede decir lo mismo”.
“Lo único que me importa es saber mi verdadera identidad”.
El reclamo de la década
Sandra comenzó la búsqueda de su identidad hace nueve años, después de que su madre, Marta, le revelara en su lecho de muerte que su verdadero padre era el “Gitano” y no Carlos, el hombre que la inscribió como propia bajo el apellido Borda.
“Ella me pidió que esperara a que ya no estuviera más entre nosotros y me advirtió que mi papá (quien por entonces estaba vivo) no me iba a creer”, recordó la mujer de 45 años. “El primer estudio de ADN me lo hice hace ocho años, con mi padre todavía vivo. Pero jamás me dieron los resultados”, denunció.
“El primer estudio de ADN me lo hice hace ocho año
El primer estudio genético fue extrajudicial y tuvo lugar el 13 de abril de 2007 (tres años antes de la muerte del cantante) en el laborario Central Lab. “Ella dice que dio negativo, pero no tengo constancia alguna de que haya sido así. Además, si el resultado dice que no soy hija de Sandro, ¿por qué no los muestra? Si ella tuviera ese As de espada bajo la manga, ya lo hubiera mostrado en la televisión o, mejor aún, aportado el documento a la causa”, reforzó Junior.
Sandro y su leyenda, en medio de una polémica judicial.
Juicio
Después de que la viuda le negara los resultados, Sandra inició en 2008 el juicio por filiación y batalló durante siete años para que la Justicia aprobara su pedido de exhumación para cotejar su ADN con el del difunto músico. Antes, debió demostrar que, tal como se lo había dicho su madre, no era hija biológica de Borda.
“Obtuve la impugnación del apellido Borda en agosto del año pasado y eso me permitió avanzar con el juicio. En su momento, ella apeló el fallo judicial que aseguraba que el hombre que me había criado no era mi padre, pero la Justicia desestimó su pedido. Hizo de todo para frenar y ponerme trabas, pero esta historia está llegando a su final. Le guste o no le guste a Olga”, remató.