El divorcio de Lady Di y el príncipe Charles de Inglaterra encendió varias discusiones lógicos que atañen a la mayoría de los matrimonios que se rompen.
Diana y William siempre tuvieron una muy cercana relación.
Sin embargo, en este caso se sumaron asuntos protocolares ciertamente excepcionales. Y uno de ellos tuvo que ver con el hecho de si Diana podía seguir utilizando el título de Alteza Real.
Según se dijo, la reina Elizabeth II no tenía ninguna objeción al respecto, pero era Charles el que estaba decidido a quitárselo y eventualmente se impuso en la discusión.
Promesa trunca
Esto significó, obviamente, una gran humillación para Diana, que desde aquel entonces se vio obligada a saludar con una reverencia a sus propios hijos y perdió varios beneficios del protocolo.
William y su hermano Harry en el funeral de su madre.
Sin embargo, su hijo mayor, William, le realizó una tierna promesa. "No te preocupes, mami. Te voy a devolver el título cuando sea rey", le aseguró el príncipe, quien en aquel entonces tenía 14 años.
El dato fue revelado por el mayordomo y amigo de la princesa, Paul Burrell, en el libro Un Deber Real. El resto de la historia es conocida y triste: la muerte de Diana en 1997 en un accidente de tránsito no le permitió a su hijo cumplir con su palabra.