No es un secreto el amor que Freddie Mercury sentía por sus gatos. Tras su muerte, el contenido de su testamenteo fue fuertemente comentado debido a que este incluía a tres grandes y "pequeños" beneficiarios, quienes fueron sus compañeros incondicionales: sus gatos. En total, Freddie tuvo nueve gatos: Tom, Jerry, Oscar, Tiffany, Goliath, Miko, Romeo, Lily y Delilah.
El primer álbum como solista, denominado "Mr. Bad Guy" estaba dedicado a sus mascotas. Su gata Delilah incluso tuvo un especial homenaje en una canción que llevaba su nombre y que se encuentra incluida en el disco "Innuendo", el cual fue lanzado en 1991. En una estrofa de la canción, Freddie menciona: "Te has adueñado de mi casa y de mi hogar, incluso intentas contestar mi teléfono. Dalila, eres la niña de mis ojos. Miau, miau, miau".
La canción habla básicamente de todas las travesuras que puede hacer un gato que siente toda la casa como suya. Usualmente dormía en su cama o en los cestos de ropa, y siempre era la primera en comer. Además, no dudaba en correr directamente hacia Freddie en busca de protección cuando otros gatos la perseguían para desquitarse algunas de sus travesuras felinas.
Lo cierto es que entre las extrañas extravagancias del vocalista de Queen, estaba su extraña preocupación por sus gatos. ¿En qué consistía? Cuando Freddie salía de gira, los llamaba por teléfono. Él pedía a la persona que estuviera con ellos que los colocará junto al teléfono para que él les hablara.
A su vez, se comenta que la mayoría de los gatos que adoptó provenían de la Blue Cross, una asociación protectora de animales de origen inglés. Únicamente la gata llamada Tiffany se la regaló Mary Austin, quien la compró en un criadero. El resto eran gatos mestizos que antes de vivir en una casona millonaria paseaban por las calles.
Otra de las mascotas favoritas de Freddie era Miko, un gato tabby que recibió ese nombre luego de uno de los viajes de Queen a Japón. Romero fue otro de los malcriados. Este gatito fue encontrado por su última pareja Jim Hutton. Tenía un rostro blanco y no se resistieron a adoptarlo debido a que el cantante siempre deseó tener un felino de ese color.
Luego se puede citar a Oscar, uno de los gatos más queridos por el ídolo. Tenía el pelaje de color anaranjado y blanco. Era un gato tranquilo, solitario y que sólo paseaba por las casas de los vecinos.
Según afirman distintos artículos que repasan la vida del artista. Cada gato tenía su propio traje de Navidad, con juguetes y sorpresas. Vivían en la mansión, y cada uno contaba con una sala especialmente dedicada a cada uno. Incluso, antes de fallecer solicitó a sus empleados que sus amigos peludos tuvieran los cuidados necesarios.