09 Septiembre de 2016 10:27
En estos días, Paula Snijur -o Paula Linda, como le gusta que la llamen- fue noticia por un hecho frívolo. Su romance con Leonardo Squarzon (a la sazón, pareja de la mediática Amalia Granata) y la filtración de sus intercambios hot por Whatsapp, sus fotos mimosas con el pizzero y su paso por Intrusos, tarde o temprano serán una anécdota en su vida. Intensa, es cierto, pero una anécdota al fin. Lo cierto es que a ella le han pasado cosas mucho más graves que esta.
Paula Snijur sobrevivió a un accidente en el cual murieron cinco personas.
Paula es una sobreviviente. La palabra suele ser utilizada de manera metafórica, pero en este caso corresponde emplearla de manera literal. Fue hace 23 años. En la madrugada del 25 de diciembre de 1993 -es decir, cuando cada uno cumplió con la fiesta familiar de nochebuena-- un grupo de amigos se encontraron en una segunda fiesta en Posadas.
A la salida, eran seis en un auto: todos adolescentes. Paula tenía 16 años y estaba con dos de sus hermanas: Pamela y Tatiana. El conductor se llamaba Andrés Raffaeli Cabral y era menor de edad. Había, además, otras dos chicas, una de ellas de apellido Mangini. El auto se estrelló contra un paredón en la avenida Roque Sáenz Peña. Murieron todos menos Paula, que estuvo un tiempo en estado de coma.
De las cuatro hermanas de la familia, quedaron sólo dos. Patricia, la mayor de los Snijur, no viajó en aquel auto y actualmente vive en Bolivia. Los padres fallecieron hace tiempo. Dice una fuente muy cercana a la familia que tuvieron una depresión muy profunda, y ni falta que hace chequear el dato: imposible recuperarse del todo de la muerte de dos hijas.
Imposible, también, recuperarse del todo de la muerte de dos hermanas. Paula y Patricia son lo único que queda de la familia Snijur. Aunque vivan en dos países distintos, se tienen, la una a la otra. El culebrón que incluye a Amalia Granata, el pizzero, Greta Rodríguez, Rosi, la tele y los whatsapp tarde o temprano pasará. El dolor, no.