Tras la polémica que generó el Rifle Varela al recordar a Edgardo Antoñana como un "quinielero empedernido", algo que muchos quisieron ocultar, fue su agenciero quien también dijo presente con un sentido aviso fúnebre en un matutino.
El adiós de su quinelero.
"Acompaño a Marisa y a Tato, a despedir a un grande, Luis su agenciero". Con esas breves palabras su quinelero amigo despidió al conductor y se sumó a las demostraciones de cariño que inundaron las redes sociales y los diversos medios periodísticos.
A Antoñana siempre le gustaba jugarse un numerito. Quienes lo conocían cuentan que siempre tenía a mano el teléfono para pasarle algún pálpito a su amigo quinielero.
Sus compañeros jugaron un numerito en su honor.
“Hoy hay que jugarle a la quiniela, hay que jugarle al 62: el muerto. Es el mejor homenaje para Edgardo. Creo que a él le hubiera gustado que contemos esto. Era un quinielero empedernido que jugaba en medio de los cortes y que si ganaba compraba sánguches para todos”, recordó el Rifle Varela y se ganó algunas críticas.
Sin embargo, muchos compañeros lo homenajearon y se jugaron un número en su honor al día siguiente. Sin embargo, el 62 brilló por su ausencia. Ese martes salieron el 18 (sangre) y el 14 (el borracho) en la primera; el 29 (San Pedro) y 59 (la planta); 75 (el payaso) y 98 (la lavandera) en la vespertina; y 54 (la vaca) y 07 (el revolver) en la nocturna.