26 Julio de 2017 16:38
Olga Garaventa se casó con Roberto Sánchez en 2007 en la mansión de Banfield y desde la muerta del cantante es la única persona allegada a él que vive en el lugar. Aunque hace poco se armó un gran revuelo porque Cristian Castro confesó que quería comprar la vivienda, ahora la viuda del "Gitano" abrió las puertas de la casa para confesar que "nunca se pondrá en venta".
Olga Garaventa mostró habitaciones de la casona de Sandro.
Como única hereda, Olga respetó siempre la voluntad de su marido, y aunque ha sido tentada muchas veces por varios compradores, jamás cruzó por su mente la idea de deshacerse de la casa.
“Roberto me pidió que nunca venda esta casa. ¡Es mi casa! Mi esposo me la dejó. Hizo un testamento en el año 2005, en el que me nombró heredera universal”, le dijo Garaventa a la revista Gente, en referencia a los dichos de Castro, confirmó que el cantante no midió las consecuencias y que "el daño ya está hecho".
Según Olga, la casa está en perfecto estado. Foto: Gente.
La casona ubicada en Berutti al 200, fue siempre un emblema para las fanáticas de Sandro, y aunque las "nenas" han esperado y hecho fila para ver como su ídolo salía a saludar desde un balcón de la casa, lo cierto es que casi ninguna de ellas tuvo la oportunidad de conocer en detalle cada uno de los rincones que supieron cobijar al cantante.
Con un paredón de 4 metros de altura, la Banfield Village, como la bautizó Sandro, tiene más de 1000 metros que están distribuidos en dos plantas. En la baja, se encuentra la cocina con comedor, el living, otro comedor, la biblioteca y un baño. Arriba, donde hay 5 dormitorios, también se encuentran dos baños y un gimnasio.
La vivienda cuenta con 1300 metros, distribuidos en dos plantas y el parque. Foto: Gente.
Sin embargo, eso no es todo. La casa cuenta con un garage que tiene espacio libre para 7 vehículos, al mismo tiempo que el parque alberga una pileta de natación.
"Siempre hay cosas que hacerle, pero se mantiene. Si no, se te viene abajo. Lo hacemos, pero con mucho sacrificio. No nadamos en dinero, pero podemos afrontar los gastos bien", sostuvo Olga.
Por último, Garaventa confesó que nunca tasó la vivienda en la que Sandro pasó los últimos 40 años de su vida, pero que por sus comodidades, el valor final ascendería a los seis millones de dólares.