El final del 2017 estuvo repleto de sinsabores laborales para Marcelo Tinelli. Y quizás empujado por las ganas de alejarse del mundanal ruido, el conductor y empresario decidió a último momento no vacacionar en Punta del Este como es su costumbre usual y en cambio eligió Esquel para descansar.
Allí, Tinelli tiene una gran casa bautizada como Campo Trafipán, que compartirá por varios días junto a Guillermina Valdez y su hijo menor, Lorenzo.
Con 850 metros cuadrados y seis pisos, la enorme mansión está ubicada en una ladera del cerro La Torta y ofrece una increíble vista de los paisajes circundantes.
La increíble vista de la casa de Tinelli en Esquel.
La casa tiene cuatro habitaciones en suite y dos toilettes. Incluye además una pileta techada y climatizada, y garaje para cuatro autos. Toda la electricidad proviene de energía solar. Además, los terrenos que la rodean incluyen una capilla, una casa de huéspedes y dos más pequeñas en construcción.
La mansión de Tinelli en el sur.
Almuerzo especial y vinos importados
Instalados allí hace unos días, Tinelli y Valdés se mostraron en Instagram disfrutando de una picada con dos exclusivos vinos de más de 1000 pesos la botella: el español Enate 1996 y el italiano Vigna Scarrone 1990.
El Vigna Scarrone barolo, uno de los increíbles vinos que disfrutó Tinelli.
Además, invitaron a su hogar al chef Lucas Rivas, del hotel NH Edelweiss de Bariloche, para que preparara un almuerzo cocido en curanto, un método tradicional de los pueblos originarios patagónicos.