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Las 13 tapas más polémicas del rock argentino al desnudo

Unas cuantas veces, los músicos locales decidieron quitarse la ropa o bien quitarle la ropa a otras personas, para las portadas de sus discos. ¿Necesidades expresivas, erotismo o patetismo? Aquí hay ejemplos para todos los gustos.

13 Septiembre de 2016 17:01
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Los músicos argentinos de rock eligieron varias veces el desnudo como forma de ilustrar las tapas de sus discos. A veces procuraron mostrarse en relación franca y abierta con la naturaleza. Otras, transmitir o contagiar una imagen erótica. Otras veces, no se sabe bien lo que quisieron. Veamos.

Pappo 's Blues Vol. 1 (1971)

Impresionante debut de Pappo como solista. Liberado de Los Gatos, de Los Abuelos de la nada... Liberado, en fin, de tocar música de otros, Norberto Napolitano quedaba, al fin, al "desnudo" con su música. Es probable que estuviera en calzoncillos, como el simpático niño que sonríe, pero la sombra en el yuyal nos impide saberlo.

Pappo al desnudo y en los yuyos: su primer disco solista.

Desnudita es mejor (Divina Gloria, 1985)

En tiempos en que Madonna dominaba el mundo mediante la sencilla combinación "pop + sexo",  Divina Gloria intentó ocupar ese espacio vacante en la Argentina. La tapa la muestra en la bañera (algunos pensaron que con demasiada espuma) con uno de los "raros peinados nuevos" característicos de la época. El tema que le da nombre al disco fue el corte de difusión, que quedó entre los hits inoxidablemente ochentosos. La letra, cuyo célebre estribillo reza: "Qué calor, qué calor/desnudita se está mejor/Qué calor, qué calor/sin ropita es mejor" juega con la bisexualidad (algo poco frecuente en el pacato rock argentino de entonces) cuando dice "No tiene muchas ganas de tomar té/prefiere preguntarme una y otra vez/a cual de mis amantes visité ayer/si Juan, si Andrés/si Alberto, Pedro/Luis o Inés".

Divina Gloria intentó emular a Madonna a mediados de los 80s.

Mujer contra mujer (Sandra Mihanovich y Celeste Carballo, 1990)

El segundo disco de Sandra y Celeste fue planteado, desde el título, la canción de Mecano que interpretaron y la tapa, como una suerte de manifiesto lésbico, absolutamente liberador para su época. Las dos cantantes estaban en pareja en aquella época y Juan Alberto Badía casi se desmaya cuando Celeste se lo contó, en vivo, por Canal 13. Fue una de las muchas veces en que el rock ayudó a avanzar a una sociedad conservadora. La tapa las muestra desnudas y abrazadas.

Para la comunidad LGTTB, este disco significó un gran avance en la lucha por romper tabúes sociales.

  Pero además de la tapa, también estaba la contratapa, que completa muy gráficamente el concepto.

La contratapa, aún más hot que la tapa. 

Tres huevos bajo tierra (Pachuco Cadáver,1990)

Roberto Pettinato y Guillermo Piccolini formaron este dúo en 1990, que se completaba con el aporte de Marcelo 'Gillespi' Rodríguez en trompeta, y el Cadillac Flavio Cianciarulo en bajo. La tapa, mucho más conocida que el disco, conoció dos versiones, que aquí aparecen juntas en una composición del blog ladobargentinos: la primera, sin hoja; la segunda, con hoja censora. El desnudo frontal de Pettinato deprimió a sus fans, por la modestia de sus proporciones. 

Pachuco Cadáver: sin hojita y con hojita.

Caliente (Divina Gloria, 1991)

Aunque el bretel denuncia que Divina Gloria no está desnuda, no se puede decir lo mismo de los tres muchachos que la acompañan en este revoltijo sexy.  

¿Divina partusa? Así lo sugiere el hot EP de Divina Gloria.

Nuestro lenguaje sagrado (Silvina Garré, 1995)

Silvina Garré estaba contenta con su noviazgo, y bueno, esta fue la tapa de su disco... 

Silvina se expresa en el lenguaje de los cuerpos. 

Aquí, otra versión, que resume la misma alegría.

Silvina Garré y su novio: nueva trova y sadomaso.

Leche (Illya Kuryaki and The Valderramas, 1999)

Para la banda de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur, música negra siempre fue sinónimo de "sexo"  y aunque el hit de este, su cuarto disco, instaba a "mover el coolo" no era esa sino otra parte del cuerpo femenino lo que se exhibía en la tapa, que en su lanzamiento fue pudorosamente cubierta por una franja negra.

La edición original venía con una pudorosa franja negra. 

Leaving Las Vergas (Federico Gil Solá, 2001)

El ex baterista de Divididos alude en el título de este, su primer disco solista, a Leaving Las Vegas (1995) una célebre película de Mike Figgis protagonizada por Nicholas Cage y Elizabeth Shue, pero el agregado esencial de la R parece sugerir un concepto bien distinto: "De acá no nos vamos nada", dicho esto en un año en el cual cientos de miles de argentinos huían despavoridos de una crisis que parecía terminal.

"No, de acá no nos vamos nada", sugiere Gil Solá...

Dormís? (Andrea Alvarez, 2006) 

“Es un disco que fue parido por una necesidad mía de hacer una explosión, de verme, de registrarme, de escucharme, de hacerme caso”, dijo Andrea Alvarez sobre este, su segundo disco solista. Y dijo también que "tenía algo más verdadero, más real" para decir, y que acababa de despertarse de un largo sueño. 

Dormís? De frente.

De allí esta sesión realizada por Nora Lezano, fotógrafa estelar del rock argentino. 

Dormís? Dorso del booklet.

Civilización (Los Piojos, 2007)

Para todos aquellos que conservaran la curiosidad de saber cómo era una prótesis mamaria por dentro, este hiperexitoso CD  de Los Piojos invirtió el orden de aparición: así, en este caso la silicona quedó del lado de afuera y el pezón femenino del lado de adentro. Con el paso del tiempo, la silicona va perdiendo su consistencia original. Es una pena. 

Con el paso del tiempo, la silicona se desinfla como los globos.

Cordera Vivo (Gustavo Cordera, 2014)

Sin comentarios. Pasamos al siguiente. 

Cordera bebito. Ay.

Próxima Vida ( Javier Calamaro, 2015)

A simple vista se advierte una referencia al inmortal Nevermind (1991), de Nirvana. Pero Javier Calamaro, al igual que Gustavo Cordera, no es un bebé. 

Javier Calamaro en plan Nevermind.

Perdido por perdido (Iván Noble, 2016)

Ya sabíamos que Iván Noble se quiere mucho.

Iván Noble se adora. Ya lo sabíamos. 

Ahora tenemos un testimonio gráfico de este gran autoamor.